La Comarca Lagunera es desde sus orígenes, eminentemente beisbolera, siempre lo ha sido y lo será porque el Rey de los Deportes tomó pronto carta de naturalización y se quedó, no para ser del montón sino vivir siempre entre los grandes.
Junto a las matas de algodón y las gigantes canicas convertidas en melones y los balones en Sandias, la Comarca también se jactó de producir jugadores de calidad, lo mismo en Tlahualilo que en los demás puntos de la geografía biestatal.
Muchos cambiamos de domicilio atraídos por la bonanza de la región y por tener siempre el atractivo del beisbol, con unos Algodoneros enrachados que mostraban con orgullo los productos de la tierra a través de los 'Zacatillos', de los Leos Rodríguez o de los Garibay.
Y complementaban el espectáculo la alegría y versatilidad de 'Charolito' Orta o la capacidad y poder de Walter Buck Leonard o la velocidad de un Otelo Renfroe. En un estadio donde un cubano llamado Martín Dihigo dejó tantas historias para recordar.
Por todo esto, hoy, que se anuncia la llegada de un nuevo manager, y que habla de limpiar la casa primero y luego trabajar sin descanso, volvemos a ponernos nostálgicos añorando tiempos gloriosos que podrían regresar si los actuales dueños le ponen ganas y atención.
Como lo decíamos ayer, que los mandos se queden en casa y no a muchos kilómetros de distancia, que se tome en cuenta que hay una nueva afición que quiere ya un equipo de play off y que lo apoyarán con todo, ya lo verá.
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