Hay mucho que comentar de lo que ocurre en nuestro futbol a nivel nacional, y destaca la batalla campal registrada en la cancha de Zapopan, donde varios jugadores de Estudiantes y Dorados se liaron a golpes en pleno partido, saliendo varios lesionados.
Se dice que Paulo César Chávez, de Dorados, uno de los iniciadores del pleito, sufrió fractura múltiple de nariz, y que Jesús Ramírez, de Estudiantes, también acusado de provocación, podría estar obligado a responder por la agresión ante tribunales civiles competentes.
Por lo pronto, doce jugadores de Estudiantes y Dorados han sido suspendidos, y Decio de María, que tanto ha buscado la superación de nuestro futbol, no ha ocultado su enojo pidiendo sanciones ejemplares para que estos hechos no se repitan.
Mientras tanto en Pachuca no encuentran la forma de mejorar la situación de los Tuzos, venida a menos ya antes de la llegada de Hugo Sánchez, quien no sólo no ha podido enderezar la nave sino que no ha podido encontrar la fórmula para ganar partidos.
Lo mismo le ocurre a Tomás Boy dirigiendo al Atlas, pero lo más grave es lo que hoy día vive Sergio Bueno, quien pensó que salvar a Querétaro era sencillo y resultó sumamente complicado. Y a Mario Carrillo, que combina las de cal con las de arena, no lo quiere la afición de Pumas.
En fin, mucho por comentar en un deporte que en esta temporada ha dado tema para los comentarios, y que tiene mucha tela por delante pues falta lo mejor en el cierre de campaña y en la liguilla que está a vuelta de esquina.
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