Ni en la Liga MX ni en la Concachampions Santos Laguna no ha podido tomar el ritmo que tuvo en el pasado reciente, lo que no le asegura nada en ambos torneos. Por ejemplo, la noche del miércoles, ante el débil equipo de Toronto, requirió de una genialidad de Hérculez Gómez para ganar.
El triunfo fue muy apretado y se logró en parte gracias a sendas atajadas de Miguel Becerra, quien tuvo destacada actuación, sobre todo cuando ya los veloces delanteros rojos habían superado a la defensiva lagunera.
Darwin Quintero volvió a sus tiempos de jugadas personalizadas y muchos disparos al graderío, olvidando completamente la ubicación del marco enemigo. En cuanto a la media cancha, sin Ludueña y sin Juan Pablo Rodríguez el equipo de la Comarca no da una.
Y para acabarla de amolar sigue la fiesta con lo más feo del jolgorio, pues Monterrey, que estaba adormilado, ha despertado y hasta quiere estar en la liguilla, pues tiene partidos a modo para lograrlo, empezando con Santos Laguna mañana.
Para colmo de males, Christian Suárez sigue sin estar al cien por ciento. Antes de iniciar el partido del miércoles le frotaban la espalda donde está parte de su lesión que no lo deja jugar bien. Y lo del Chato Rodríguez también no se resuelve.
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