Rubén Omar Romano está en deuda con Monarcas, en dos ocasiones lo llevó a finales pero no ha podido culminar su trabajo con un campeonato, el que ha prometido conseguir ahora, aunque primero tiene que vencer a Santos Laguna para asegurar su pase a la fiesta.
En cambio el equipo de la Comarca, campeón del balompié mexicano, desea refrendar su título aceptando que dejó todo para última hora, especialmente su entrada a la liguilla, que con presión buscará hoy. Y es que no es lo mismo tener el camino despejado a quitar primero las rocas.
Aparte de los yerros de Benjamín Galindo, utilizando gente diferente y sin experiencia, estuvieron las lesiones de jugadores importantes, así como de que la mayoría de las recientes contrataciones no dieron el do de pecho que se esperaba.
Pero en Monarcas las cosas tampoco funcionaron como esperaban, pues Romano no ha podido eliminar del todo el buen recuerdo que dejó Tomás Boy en algunos jugadores a los que impulsó y a un sector de la tribuna que lo apoyó, aunque no del todo.
El de esta noche debe ser un buen partido porque Monarcas y Santos no saldrán a especular sino a dar su mejor esfuerzo desde el mismo silbatazo de Chiquimarco, quien debe tener un buen desempeño ahora que varios de sus colegas están fallando.
Si Oribe Peralta hace su reaparición, superada la lesión de su pierna, algo bueno podría ocurrir, pues el "Cepillo" lucha sin descanso y no da balones por perdidos nunca, ahora que si Darwin Quintero recuerda dónde está la portería rival, Santos ya la hizo y conseguirá el pase a la fiesta.
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