Raro resulta para quienes vivimos en esta Comarca estar ausentes de la liguilla, que hoy comienza a las siete de la tarde en el Estadio Azul, lugar incómodo y carente de los adelantos que hoy día tienen los escenarios deportivos importantes.
Ahí la Máquina iniciará la fiesta bailando con el León, que tan arrollador regreso tuvo después de una década de ausencia forzosa. Cuando visitando León pasábamos por la Calzada Adolfo López Mateos, de la colonia Martinica, donde está el Nou Camp, los recuerdos revivían tantas veces que ahí estuvimos.
Afortunadamente llegó gente con otra mentalidad y recursos y de pronto pararon un buen equipo poniendo al frente a Gustavo Matosas, hijo de don Roberto, el estimado maestro que está también en la historia de Santos Laguna. León afiló sus garras y quiere el campeonato.
Por su parte, la Máquina no aparece tan poderosa como en otros tiempos, tiene buenos jugadores y mejor técnico con Guillermo Vázquez, pero fácilmente se descarrila aun con los terrones que encuentra en las vías, como le pasó con Santos Laguna.
A las nueve de la noche, en las faldas del Cerro del Cuitzeo, Monarcas estará recibiendo a las Águilas, y nos parece que los anfitriones son excelentes juzgadores para conocer si los de Coapa están debidamente preparados para ser campeones.
Aunque quienes gustan de hablar del futuro antes que llegue, y son conocidos como pitonisos, comentan que tanto Rubén Omar Romano como Miguel Herrera seguirán soñando con obtener un título que corone al fin sus largos anhelos como técnicos.
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