Las despedidas siempre son tristes, pero más por estos tiempos. El fallecimiento de Salvador Reyes Monteón nos ha dejado consternados por tratarse de una persona tan especial en la vida de muchos mexicanos, sobre todo los que aman el futbol.
En La Laguna, El Melón, como se conocía a Chava Reyes, dejó gratos recuerdos pues fue de los impulsores de la rama cuando ésta apenas arrancaba en la Comarca en el ámbito profesional, jugando y dirigiendo al equipo Laguna, conocido como la Ola Verde.
Cómo olvidar aquellos años de San Isidro formado por tribunas que semejaban una gran herradura, sin gradas en su parte sur, donde sólo había letreros comerciales y su famoso pizarrón de don Chico Zapatón.
Tuvimos la dicha de llevar amistad personal con él y con su esposa Angélica y varias veces estuvimos en su casa en la colonia Los Ángeles, donde disfrutamos de los platillos con que nos deleitaba ella, siempre acompañados por Chava Jr., que era un niño, y la mascota del equipo.
La última vez que lo vimos y atendimos fue hace casi un año, paseándolo por todas partes, visitando San Isidro, donde recordó sus años gloriosos, y rematamos comiendo en Lerdo con Conchita Olazábal, siempre con su buen apetito y disfrutando las viandas del lugar.
Nuestro sentido pésame para su esposa Angélica y su hijo Chavita. Un reconocimiento eterno para quien fuera uno de los mejores jugadores de México, una gran persona que nunca perdió el piso, conservando su sencillez siempre. Descanse en paz.
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