Julio de 2012 será recordado como uno de los meses más violentos de Torreón. Cuando apenas han pasado 15 días de este mes el número de muertos ya rebasa los 60, entre ellos cuatro elementos de la Policía Acreditable de Coahuila, quienes fueron asesinados a balazos en el cruce del Bulevar Independencia y Calzada Abastos a plena luz del día el pasado jueves.
Como respuesta a estos hechos violentos las autoridades de los tres niveles de gobierno sostuvieron una reunión el viernes donde se determinó reforzar las acciones de patrullaje y nuevamente instalar filtros en diferentes puntos de Torreón y Gómez Palacio. Es importante recordar que en el mes de junio las labores de vigilancia de parte de las autoridades disminuyeron lo que se tradujo en 112 asesinatos.
Nuevamente se anuncia la llegada de más elementos del Ejército y de la Policía Federal, por desgracia los ciudadanos cada vez creemos menos en este tipo de acciones debido a que la inseguridad no cesa dejando entredicho la labor de las autoridades.
A pesar de que en este año la violencia se ha concentrado en Torreón (en Gómez Palacio se han cometido nueve asesinatos en julio), el problema de la inseguridad debe enfrentarse desde una perspectiva metropolitana. De ahí que resulte preocupante la indiferencia del gobernador de Durango, Jorge Herrera Caldera, quien simplemente no asiste a las reuniones de evaluación del Operativo Laguna Segura e incluso en ocasiones no envía representantes.
Sin duda resulta erróneo pensar que la violencia de Torreón no afecta a los habitantes de La Laguna de Durango, cuando el cruce de personas entre las tres principales ciudades de la región es constante. De ahí la importancia de que el gobierno de Durango colabore con sus vecinos para bajar los índices delictivos. Recordemos que la delincuencia que se ha vivido en La Laguna en los últimos años ha afectado la actividad económica, inhibiendo la llegada de inversiones al mismo tiempo que los ciudadanos han modificado sus estilos de vida.
Pero si es censurable la actitud de Jorge Herrera, también lo es que en estos días de mayor violencia el alcalde de Torreón, Eduardo Olmos, no haya salido a los medios a dar un mensaje a la población sobre el incremento en el número de homicidios. Esto se suma a las declaraciones desafortunadas del gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, quien no hace mucho dijo que los índices de violencia iban a la baja. En este escenario pareciera que las autoridades apostarán por negar la realidad como estrategia para solucionar el problema, por desgracia todos los días la inseguridad se hace presente en nuestras vidas echando por tierra el discurso de los políticos.
En este escenario se anuncia un nuevo operativo que esperemos ahora sí dé resultado, porque lo que más anhelamos los laguneros es la paz.
