El presidente estadounidense Barack Obama acudirá “energizado” a su segundo debate este martes frente a su rival republicano, Mitt Romney, a quien espera exhibir como un candidato ambivalente e indefinido, anunció hoy su equipo de campaña.
El mandatario “va a ser firme, pero respetuoso, a la hora de corregir el registro, cuando creamos que Romney trate de ocultar las distorsiones de sus propias políticas”, dijo la vocera de la campaña, Jen Psaki.
En conferencia de prensa en Williamsburg, Virginia, donde Obama se prepara para el debate, Psaki dijo que el objetivo del mandatario “será continuar presentando su visión para los estadounidenses durante los próximos cuatro años”.
“Él está energizado, y espero que haga una apasionada presentación tanto a la audiencia que estará en la sala, como a la gente en casa”, indico Psaki sobre el estado de ánimo del mandatario.
Desde el sábado, cuando llegó a Williamsburg, Obama ha mantenido un bajo perfil, sin apariciones públicas, algo que, según reconoció Psaki, no ha sido fácil para el mandatario.
"Ha sido honesto al decir que probablemente preferiría estar afuera, gozando del magnífico clima, o caminando, que estar estudiando para el debate", dijo.
Los candidatos se presentarán en la Universidad Hofstra en Hemsptead, Nueva York, con un formato de asamblea vecinal, en la cual las preguntas provendrán de la audiencia formada por cien votantes indecisos, seleccionados por la firma de encuestas Gallup.
Expertos han indicado que este formato obligará a Obama a mantener un nivel moderado en sus ataques, para evitar el riesgo de ser percibido como alguien excesivamente agresivo.
Psaki rehusó responder a preguntas sobre las negociaciones de las dos campañas para que la moderadora del debate, la presentadora de la cadena de televisión CNN, Candy Crowley, no haga preguntas de seguimiento.
Al parecer, la intención es evitar una actuación como la de la reportera Martha Raddatz, quien moderó el único debate entre los aspirantes a la vicepresidencia, cuyo estilo inquisitivo y preguntas de seguimiento no cayeron bien a ninguna de las dos campañas.
Se espera que el formato del debate atraiga a un mayor número de televidentes que la primera sesión, la cual fue vista por más de 67 millones de estadounidenses.
El debate ha generado atención ante la expectativa de que Obama buscará anular la actuación de Romney, considero en sondeos como ganador del primer encuentro, celebrado hace dos semanas en Denver.