En México, la política pública orientada a combatir el desempleo está diseñada para construir un país changarrero; me refiero a programas derivados de dichas políticas implementados por el gobierno para que aquellos ciudadanos desempleados puedan construir su changarrito y así autoemplearse.
Son llamados "programas para emprendedores", imparten cursos, conferencias, talleres sociales y productivos, etc. Por lo general dirigido a los jóvenes.
Se trata de un préstamo otorgado por el gobierno a aquellos "emprendedores" que cumplan con ciertos requisitos y que deseen poner un changarrito, digo así porque por lo general la cantidad del préstamo va de $10 000 a $15 000, que alcanza para poner un puesto de gorditas en la esquina del barrio, surtir a medias una miscelánea, un puesto de lonches, un puesto de comida chatarra en la plaza principal, etc.
Cabe mencionar que no estoy en contra de este tipo de programas, pero vale la pena su análisis y discusión, "crítica constructiva". Un problema más que administra el gobierno.
A lo largo de nuestra historia, el estado a través de la administración pública se ha enfocado en administrar los problemas sociales y no en erradicarlos de una manera eficiente y eficaz, que ese es el porqué de la administración pública; combatir los problemas sociales de raíz.
Un claro ejemplo además del desempleo, es el problema del alto nivel de arsénico en los recursos hídricos en el norte del país, principalmente en la Región Lagunera de los estados de Coahuila y Durango. Para dar solución al problema es indispensable no sobreexplotar los mantos acuíferos, ya que está demostrado científicamente por expertos en la materia que a mayor profundidad, mayores son los niveles de arsénico. Pero, ¿a quién afecta esta medida?, claro, a los poderosos empresarios.
De acuerdo con el Comité Ciudadano por la Calidad y Cantidad del Agua en La Laguna, anualmente se extrae del subsuelo alrededor de mil 200 millones de metros cúbicos por sólo 600 de recarga, de los cuales el 90% es para uso agrícola, 6% para la industria y sólo el 4% al servicio urbano.
El estado a través de la administración pública lejos erradicar el problema impidiendo la sobreexplotación de los mantos acuíferos hace lo de siempre, administrar el problema regalando filtros a ciudadanos afectados para remover el arsénico.
Exactamente es lo que pasa con "los programas changarreros", implementados por el gobierno que están muy de moda. El estado tiene la obligación de crear las condiciones adecuadas para atraer inversión tanto nacional como extranjera y así generar fuentes de empleo bien remunerado. Condiciones como mejorar la infraestructura en la ciudad, garantizar seguridad a inversionistas, dar facilidades para la instalación de empresas, etc. Pero ante la incapacidad del estado para generar empleos, administra este problema otorgando créditos a emprendedores para que pongan su "changarrito".
Ante la falta de empleo, y el empleo que existe mal remunerado, los jóvenes son presa fácil del crimen organizado, ya que estadísticas demuestran que 4 de cada 10 detenidos son jóvenes. Además que desaparecen ciudadanos interesados en el quehacer del gobierno, ya que tienen necesidades básicas que satisfacer y el más beneficiado ante este círculo vicioso es el estado, ya que no le interesan verdaderos ciudadanos que participen activamente en el gobierno, y claro ante esta situación logra su objetivo.
La clave para mejorar las condiciones que existen en México derivadas de los malos gobiernos, es la participación ciudadana. Los jóvenes universitarios debemos poner el ejemplo y hacer valer nuestro derecho de acceso a la información, exigir rendición de cuentas, utilizar los mecanismos que existen para solicitar información acerca de los egresos de las instituciones públicas, ya que los burócratas trabajan mejor, o más bien no tan mal, cuando sienten presión por la sociedad.
REFORMA LABORAL
Básicamente seguirá fortaleciendo la enorme brecha que existe entre pobres y ricos; dando más a los que en exceso tienen, y quitando a los que menos tienen. Por lo tanto no hay posibilidades de pensar en la existencia de una clase media fuerte y próspera.
