Difícil. Los pacientes son su prioridad, por lo que antes de entrar al hospital hace a un lado lo que le obstaculice a su buen desempeño.
"Una paciente en fase terminal de 25 años entró a quirófano, sabe que puede morir, es una cirugía de mastectomía y me dice llorando -tengo un hijo- no me quiero morir, le tomé la mano y le respondí -todo va a salir bien, vamos a ayudarte", dijo la enfermera María Susana Encino Llanas.
Esta es una de las innumerables anécdotas a lo largo de sus 26 años de labor como enfermera, quien junto a sus compañeras festejan hoy su día.
Encino Llanas forma parte del equipo del Hospital General de Gómez Palacio, en donde se integró desde los 18 años de edad. La carrera, cuenta, sensibiliza a quienes la ejercen, pues los casos que les toca atender, dan la oportunidad de reflexionar y valorar más la vida.
"Todo el dolor humano de los pacientes que ingresan a la unidad quirúrgica, te templa un carácter, te hace sensible y valoras lo que eres como persona, sin dar margen para que cosas tan superficiales te dobleguen", dijo. En el trabajo, comenta, los problemas personales no deben tener lugar, pues cualquier error puede ser fatal para la vida de otra persona.
"Llegas aquí y dejas los problemas, no debes perjudicar el trabajo de tus compañeros y menos a los pacientes, no debe haber errores, si no te sientes capaz es mejor que no vengas a trabajar", indicó.
Una de las principales prioridades de las enfermeras es brindar una atención de calidad a los pacientes, cosa que dice, ha logrado gracias al gusto que siente al desempeñar su trabajo diariamente y con lo que se ha ganado el respeto de sus demás compañeros.
En sus años en el Hospital, ha estado en capacitación constante por lo que actualmente es jefa administrativa y operativa de la unidad quirúrgica. Su objetivo es continuar preparándose para adquirir los conocimientos que le permitan cada vez superar sus propias metas y desempeñar mejor su carrera.
Cuestionada sobre el destino de aquella moribunda mujer con la que inició el relato de su carrera, mencionó. "No murió, la paciente se recuperó, el personal de quirófano le ayudamos con medicamento y con lo que pudimos porque no tenía seguridad social y ahorita está llena de vida, su hijo es mi ahijado. Son experiencias que se te quedan grabadas en la mente y en el corazón".
El siglo de torreón / Edith González
SUSANA ENCINO