Deleite. Doña Josefa se casó a los 30 años de edad, pues asegura que ella ha disfrutado al máximo cada etapa de su vida.
Bailes, viajes, música, amor, deleite y buena vida son el lema de doña Josefa Montes, quien a sus 87 años apenas es el segundo año que festeja el Día del Abuelo, esto tras su llegada a la Ciudad del Anciano hace poco más de un año.
Solo tuvo un hijo, Antonio, mismo que le dio la dicha de ser abuela en tres ocasiones, "el mejor regalo que me puede dar mi familia en el Día del Abuelo es su presencia en mi hogar, eso me haría muy feliz", abundó.
Doña Josefa es originaria de Parral, Chihuahua, pero desde hace cuatro años llegó a Durango tras la muerte de su esposo José López, con quien compartió 54 años como su esposa.
Un día normal en su vida inicia desde las 7:00 horas, pues está acostumbrada a abandonar la cama desde muy temprano, "me levanto, me hago mi desayuno, platico con mis vecinas, voy a hacer mis ejercicios de gimnasia y por las tardes me pongo a tejer y se me va todo el día".
LO MEJOR DE SUS CASI 90 AÑOS DE EDAD
Dijo que lo mejor de su vida es haber compartido más de la mitad de sus años al lado de un hombre maravilloso a quien amó, respetó y siguió a cualquier lugar donde él fuera, pues debido a su trabajo (Ingeniero en minas) se dio la oportunidad de viajar constantemente. "Siempre disfrutábamos juntos de la buena música, los viajes y la buena vida, hasta que me dejó hace cuatro años", manifestó con una sonrisa, ojos llorosos y un gran suspiro.
Pidió a los jóvenes que concluyan sus estudios superiores, pues de lo contrario no tendrán un buen porvenir, de igual forma llamó a las nuevas generaciones a acercarse a Dios y evitar malas compañías, para ser personas de bien.