Incluso si es solo una comida familiar a la semana, cuando los niños comen con los padres o hermanos mayores, aprenden a comer. Ven cómo comen ellos y los diferentes tipos de alimentos que consumen y esto resulta fundamental para la creación de sus hábitos alimentarios propios y preferencias. INGIMAGE
La familia es clave para que los niños adquieran unos hábitos de comida saludables y conseguir que ingieran la cantidad de frutas y verduras recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es decir, cinco piezas de estos alimentos al día.
Esta afirmación se desprende de un reciente estudio realizado por la Universidad de Leeds (Reino Unido) y publicado por el Journal of Epidemiology and Community Health. El estudio concluye que no hace falta que dichas comidas sean diarias, y que es suficiente con compartir la mesa en familia dos veces por semana para que los niños aprendan a alimentarse de manera saludable.
El estudio, financiado por el Instituto Nacional de Salud Pública del Reino Unido, apunta también que el hecho de que si los pequeños ven cómo sus padres consumen estos alimentos, contribuye a que ellos se creen un hábito. Además, cuando los progenitores cortan las porciones de frutas y verduras para que los niños las coman, estos las ingieren con mayor facilidad.
La investigación se ha llevado a cabo en más de 2,000 niños que acuden a 52 escuelas primarias diferentes de Londres y concluyó que el 63% de los niños no consume la cantidad recomendada por la OMS. Además, asegura que los pequeños que siempre comían en familia consumían 1.5 porciones más de frutas y verduras que los que nunca comían con sus padres y hermanos. Incluso los que solo lo hacían dos veces por semana, ingerían 1.2 porciones más de estos alimentos que los que nunca compartían la mesa en familia.
"Incluso si es solo una comida familiar a la semana, cuando los niños comen con los padres o hermanos mayores, aprenden a comer. Ven cómo comen ellos y los diferentes tipos de alimentos que consumen y esto resulta fundamental para la creación de sus hábitos alimentarios propios y preferencias", señaló la supervisora del estudio Janet Cade.
Los hábitos alimenticios se adquieren en la infancia, por lo que es fundamental educar a los pequeños a comer de manera correcta y todo tipo de alimentos, para que puedan llevar una dieta equilibrada y una vida saludable.
