"Hemos actuado con la firme
Decisión de ponerle un alto a
Quienes lastiman a mexicanas
Y mexicanos honrados y trabajadores... Ya hemos capturado a la
Mayoría de los más peligrosos."
Presidente
Felipe Calderón Hinojosa
L sábado en la mañana me dijeron que al parecer había alguna esperanza de encontrar ese día a Mario Vélez Rodríguez, de 55 años de edad, el médico anestesiólogo del IMSS desaparecido el pasado 30 de diciembre. Me darían más información un poco más tarde. El mensaje que recibí al medio día me heló la sangre: "Lo encontraron muerto."
El 4 de enero reporté en esta columna, con información obtenida de un miembro de la familia, la desaparición del médico en un aparente retén militar en Xalapa. Mi fuente señalaba que 14 personas habían sido retenidas. La desaparición del doctor Vélez Rodríguez fue confirmada. No obtuve confirmación de ninguna otra. La Secretaría de la Defensa ha negado haber desplegado un retén en Xalapa en esa fecha o haber detenido al doctor Vélez Rodríguez. La única certeza es que el médico desapareció en algún momento después de haber comido con miembros de su familia en el pueblo de Cardel, a medio camino entre Xalapa y Veracruz. Había quedado de reunirse con su familia esa noche en Xalapa. Nunca llegó.
La Sociedad Médica del Centro de Especialidades Médicas del Estado de Veracruz así como el Colegio de Anestesiólogos del Estado de Veracruz hicieron un llamamiento público al gobernador Javier Duarte el 4 de enero "para que indique a las autoridades de seguridad pública agilicen su búsqueda, pues no es posible que un servidor de la salud, cuya única labor es dedicarse a salvar vidas humanas, desaparezca sin dejar huella, por lo que como entenderá perfectamente existe una gran indignación y consternación por este hecho".
El hallazgo del cuerpo sin vida del médico anestesiólogo en El Palmar, municipio de Emiliano Zapata, ha confirmado los peores temores. Una vez más pierde la vida una persona que no tiene nada que ver con el crimen organizado.
El gobierno ha mantenido una política de culpar a las víctimas de los delitos que sufren. Recuerdo el caso de la señora Patricia Terroba de Pintado, ejecutada por marinos en un retén en el fraccionamiento Los Limoneros a las afueras de Cuernavaca en diciembre de 2009 con el que se pretendía detener a Arturo Beltrán Leyva. Primero se acusó a la mujer de haber estado en una narcofiesta y de tener relaciones con el crimen organizado. Después de que se demostró que eso era falso, la Secretaría de Marina filtró información que mostraba que había bebido... como si la muerte fuera un castigo justo por tomarse una copa.
Hasta este momento son mayores las dudas que las certezas por la muerte del doctor Vélez Rodríguez. No hay absolutamente ninguna indicación de que haya tenido relación con el crimen organizado. Se trataba de un médico del IMSS aparentemente muy serio y muy dedicado a su trabajo. Las versiones de los familiares sobre su secuestro, en un retén militar justo frente a la Comercial Mexicana que se encuentra a la entrada de Xalapa por la carretera que viene de Veracruz, no han sido confirmadas. La Procuraduría de Justicia del Estado de Veracruz ha dado muy poca información sobre el caso.
De lo que no hay duda es que el nombre de Vélez Rodríguez se suma a la larga lista de muertos en una era de enorme violencia en nuestro país. Esta violencia no está limitada, pese a lo que han señalado con insistencia los políticos, a quienes están involucrados con el crimen organizado. El "daño colateral", como algunos lo han llamado, se vuelve cada vez mayor. La siguiente víctima puede ser usted o yo. O alguno de nuestros hijos. Nadie está a salvo.
Y OTRA MÁS
Otro muerto, otra historia. Se trata de Delfino Garibay Ochoa de 66 años de edad. Fue delegado del IMSS en Michoacán, el Estado de México y Guerrero. Desapareció en diciembre pasado en Morelia, Michoacán. Al parecer fue secuestrado. No hay mucha más información sobre el caso.
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