La organización Human Rights Watch (HRW) señaló hoy que Honduras debe reformar su sistema penitenciario para terminar con la sobrepoblación y mejorar las deficientes condiciones carcelarias, tras un incendio que dejó 350 reos muertos.
El director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, deploró “la trágica muerte de cientos de internos, en uno de los peores episodios de este tipo en la región”.
Indicó que esa situación “es en definitiva el resultado del hacinamiento y de terribles condiciones carcelarias, dos problemas que existen en Honduras desde hace mucho tiempo”.
Dijo que debido a que Honduras tiene uno de los índices de homicidios más elevados del mundo, las autoridades no han adoptado las medidas necesarias para proveer de condiciones adecuadas a la población carcelaria.
Según autoridades hondureñas, al menos 350 presos murieron en el incendio del penal de Comayagua, a 75 kilómetros de Tegucigalpa, y el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, ordenó la suspensión temporal del director general de Centros Penales, Danilo Orellana.
La Oficina en Washington para Asunto de América Latina (WOLA) lamentó el “trágico” incendio en Comayagua.
La organización destacó reportes iniciales indicando que los prisioneros pidieron ayuda pero cuando los servicios de emergencia llegaron, “no pudieron localizar a ningún guardia con llaves para dejarlos en libertad”.
“Esta es una tragedia que pudo ser evitada, el gobierno hondureño fue notificado desde hace mucho de la necesidad de una reforma penitenciaria y prometió hacerlo”, indicó Vicky Glass al frente de Derechos y Desarrollo de WOLA.
Agregó que dichas promesas no fueron cumplidas como otras hechas por el presente y anteriores gobiernos.
Recordó que el reporte de Derechos Humanos del Departamento de Estado del 2010, criticó “fuertemente” al gobierno hondureño por las “difíciles” condiciones carcelarias que incluían, sobrepoblación, estructuras anacrónicas y condiciones insalubres.
Destacó que las 24 cárceles del país, tienen capacidad para ocho mil personas, pero se estima que albergan actualmente entre 11 mil y 13 mil presos.
WOLA indicó que una ley antibandas criminales aprobada en 2003 en Honduras, incrementó la población en las prisiones y “continuó el acercamiento inicial represivo para la situación de seguridad”.