Presupuesto. A pesar de la situación económica, las familias destinan hasta el 10.4% para turistear.
Las familias mexicanas destinan en promedio el 10.4 por ciento de sus ingresos al pago de servicios de esparcimiento, paquetes turísticos y para fiestas, educación, hospedaje y alojamiento, revelan datos del Inegi. Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares más reciente, la de 2010, ese porcentaje aunque es superior al último reportado en 2008, de 10.2 por ciento, es inferior al 11.8 por ciento alcanzado en 2006 y al 13.2 por ciento, máximo obtenido en la historia, en 2000.
Incluso, las familias más ricas de México, las que pertenecen al décimo decil de ingresos, en 2010 no habían recuperado los niveles de gasto en esparcimiento y turismo.
En 2006, de haber destinado 16.5 por ciento de sus ingresos a paseos y diversión, en 2010 ese porcentaje fue de 14.8 por ciento.
En ese año, indica el Inegi, las familias que pertenecen al segundo, tercero y cuarto decil de ingresos, es decir, de las más pobres del País, disminuyeron su porcentaje de ingresos que dedicaban a esparcimiento y turismo, en comparación con 2008. Las familias del segundo decil, fueron las que más lo disminuyeron, en 2010 apenas destinaron 4.9 por ciento de sus ingresos al renglón de esparcimiento, educación, paquetes turísticos y para fiestas, hospedaje y alojamiento, cuando en el 2008 ese porcentaje fue de 5.4 por ciento. Para especialistas en economía, es normal que el comportamiento del gasto de las familias en materia de diversión registre mayores vaivenes debido a que no son servicios y bienes necesarios para su subsistencia, como si lo pueden ser los alimentos.
Recesión no detiene las marcas
A pesar del panorama económico de recesión en varios países, los consumidores a nivel mundial mantienen su preferencia por las marcas exclusivas. De acuerdo con el estudio Global 500, realizado por Brand Finance sobre las marcas más destacadas del mundo, el declive económico global ha originado una nueva especie de marcas, impasibles ante la recesión y ambiciosas: las Alphabrands (marcas Alfa). Y es que en lugar de adquirir productos de gama baja en tiempos de incertidumbre económica, los consumidores cada vez más se inclinan por diseños de vanguardia y alta calidad, incluso algunos de ellos procedentes de cadenas de prestigio, que han registrado un aumento en utilidades.