Eli Manning tendrá la difícil misión de llevar a los Gigantes de Nueva York al Super Bowl nuevamente. Van Gigantes por buen inicio en la temporada de NFL
Un buen inicio es lo que está en juego esta vez, cuando los Gigantes de Nueva York reciban hoy miércoles a los Vaqueros de Dallas en el partido de apertura de la temporada regular de la NFL.
Más decisivo fue lo que estuvo de por medio en la última ocasión que los rivales de la División Este de la Conferencia Nacional se midieron, al cierre de la temporada regular anterior. Nueva York ganó para adjudicarse el título de la división rumbo al título del Super Bowl. Dallas quedó fuera de la postemporada.
Hoy por la noche en el Estadio MetLife, el ganador tomará una temprana ventaja en la pelea de la división.
Para el quarterback Eli Manning y los Gigantes, campeones de Super Bowl, esta será una oportunidad para silenciar a críticos y detractores que han despotricado repetidamente después de que vencieron a los Patriotas de Nueva Inglaterra en febrero para llevarse su segundo título en cinco temporadas.
Los Gigantes han escuchado de todo. Que tuvieron suerte de clasificarse a los playoffs con foja de 9-7. Que en realidad no vencieron a los Packers ni a los 49ers, que esos oponentes regalaron los partidos. Y existen mucho más, pero eso es lo esencial.
AHORA ESO HA TERMINADO
El objetivo para los jugadores de Tom Coughlin es demostrar que pueden cumplir con la consigna del entrenador de 65 años, al exhortarles que deben mantener prendida en la campaña de 2012 la racha de 6-0 que les llevó al título de la pasada temporada.
"El liderazgo que tenemos en este equipo va ser la piedra angular", dijo el capitán defensivo Justin Tuck. "Creo que estamos en un buen lugar en cuanto a donde queremos estar al afrontar el partido".
Los Gigantes tienen confianza y no les importa lo que los demás digan. "De antemano hemos demostrado a la gente quiénes somos", aseguró el safety Antrel Rolle. "Eso nos tiene sin cuidado. Dejamos eso a los aficionados. Nosotros simplemente saldremos a jugar. No nos importa el tipo de reconocimiento que recibimos ni quién nos corona y quién no. Nada de eso importa".
Los Vaqueros y su dueño Jerry Jones enfrentan una tarea muy diferente, luego de una campaña de foja de 8-8 que terminó con una vergonzosa derrota de 31-14 en Año Nuevo ante los Gigantes.