El holandés se enfrenta a su exequipo. (EFE)
El regreso al escenario de su más amplia derrota desde el siglo 19 parece ser lo último que un tambaleante Arsenal necesita el sábado.
Por lo que el técnico Arsene Wenger trata de asegurare de que los Gunners no piensen demasiado en la aplastante derrota de 8-2 de la temporada pasada frente a Manchester United antes de su regreso del sábado a Old Trafford.
"Hasta la fecha pienso que el resultado se debió a circunstancias especiales", dijo Wenger sobre la peor derrota del equipo desde 1896. "Es por eso que el significado emocional es grande, pero el significado futbolístico no tanto, y eso ya lo enterramos hace mucho, mucho tiempo".
Sin embargo, lo que aún es muy reciente es la venta a Manchester United de Robin Van Persie, artillero de Arsenal durante ocho temporadas y máximo goleador de la liga Premier la campaña pasada.
Los siete goles de Van Persie en la liga Premier desde agosto han llevado al United al segundo lugar, seis puntos sobre el Arsenal, que se encuentra en el sexto puesto.
"El partido del sábado no se trata sobre Van Persie. No lo es para nosotros, y no creo que lo sea para él", dijo Wenger. "Para nosotros, lo importante es el resultado al final del partido, y la calidad de nuestra actuación. Ni siquiera hablamos de él... Para empezar, el pensar cuánto lo extrañamos no nos ayudará a jugar bien".
Podrían hablar más al respecto, no obstante, después del partido. Durante la reunión anual general del club realizada la semana pasada, los aficionados ventilaron su descontento por la venta de Van Persie, especialmente después de verlo mejorar tan rápidamente en su nuevo entorno.
"No me sorprende qué tan bien le está yendo", dijo Wenger. "En el Manchester United tienen buenos jugadores a su alrededor, y Robin es muy inteligente cerca del área. Su recorrido es fantástico, su técnica es absolutamente sorprendente, por lo que no me sorprende" finalizó.
