Unos 4,000 vecinos de Calama, en el norte de Chile, recorrieron hoy las principales calles de esa ciudad para protestar contra el centralismo estatal y reclamar que los ingentes recursos que se obtienen de la minería se reinviertan en la zona.
La manifestación, convocada por la Asamblea Ciudadana de Calama, estuvo encabezada por el alcalde de la ciudad, el independiente Esteban Velásquez, y transcurrió de forma pacífica, sin que hasta el momento se haya informado de incidentes.
A ella asistieron también la líder estudiantil Camila Vallejo y el presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), Cristián Cuevas, ambos comunistas, y cuya participación fue criticada por el Gobierno chileno, que los acusó de oportunistas.
La Asamblea mantuvo la convocatoria a pesar de que el Ejecutivo anunció el pasado viernes que en abril enviará al Congreso un proyecto de ley para crear el Fondo de Desarrollo del Norte (Fondenor) y Comunas Mineras que reúna inversiones para esas zonas.
Calama, a unos 1,550 kilómetros al norte de Santiago y situada a 2,400 metros de altitud, en pleno desierto, tiene una población de 138,402 habitantes y su principal actividad económica es la minería y, en especial, el yacimiento de Chuquicamata, propiedad de la estatal Codelco.
Esta es la tercera protesta de los calameños en menos de un año: la primera fue el 29 de junio de 2011, y la segunda, el 29 de agosto, y en esta ocasión coincide con las movilizaciones de los habitantes de la región austral de Aysén, también contra el centralismo del Estado.