Venezuela sorprende a Uruguay y rescata empate

Venezuela, con gol de Salomón Rondón cerca del final, anestesió la alegría de Uruguay al empatarle 1-1 ayer dentro de la carrera sudamericana hacia el Mundial de 2014.

Ambos equipos suman ocho puntos para compartir el tercer lugar de la tabla. Argentina, con diez unidades, quedó como líder tras golear 4-0 a Ecuador en Buenos Aires y Chile marcha segundo con nueve luego de su victoria 2-0 sobre Bolivia en Montevideo.

Diego Forlán, máximo goleador de todos los tiempos con la selección uruguaya, convirtió a los 38 minutos y Rondón igualó a los 83.

Uruguay volverá a jugar como local el domingo de la próxima semana ante Perú, sin su capitán Diego Lugano, por acumulación de amarillas, mientras que Venezuela hará lo propio un día antes con Chile.

"Lo lamentamos mucho, estamos contrariados pero para nada esto nos hace bajar la cabeza", subrayó el técnico de Uruguay Oscar Tabárez. "No creamos en la medida que planificamos y mas allá de que controlamos el partido no se puede decir que es injusto el resultado".

Venezuela hizo su trabajo: conservó la calma en todo momento y cuando estuvo en desventaja fue metiendo de a poco a Uruguay atrás.

"Podíamos haber perdido 1-0 y yo había tenido que venir aquí (a la conferencia de prensa) y decir que Venezuela tiene carácter, tiene tigres", dijo el técnico de la "Vinotinto" César Farías.

Mientras que Uruguay es bicampeón mundial, Venezuela es el único país de la Conmebol que no participó de esa principal justa del balompié.

"Venimos desde hace un tiempo batallando con locura y hasta con vehemencia", dijo Farías, convencido de que Venezuela está cerca de estar en un Mundial. "Siento un respaldo muy grande de los jugadores" y "tenemos 27 millones de venezolanos sobre nuestras espaldas, empujando".

Tras un comienzo vacilante, Uruguay tomó el control de la pelota y en la primera media hora inquietó a Venezuela con un disparo de Alvaro Pereira que se fue desviado y con un córner en comba de Forlán que el arquero Renny Vega envió con esfuerzo por sobre el travesaño.

Marca y anticipo fueron los símbolos de una Venezuela que no tuvo llegadas claras y que casi no le dio trabajo al arquero Fernando Muslera, que recién entró en acción al controlar tranquilo un disparo desde unos 30 metros de Giácomo Di Giorgi.