- Héctor Vela ya se instaló en la Secretaría de Educación de Durango, pero los moyotes comentan que todavía se quiere comportar como secretario de Gobierno.
- Es que el poder no se deja tan fácilmente y aparte se comenta que don Héctor tiene el oído del gober Jorge Herrera Caldera.
- Tanto que ya le quiere meter mano al gabinete y anda grillando la salida de Juan Ávalos de la Secretaría de Turismo.
- ¿Pues qué le hizo?
- A lo mejor porque sí trabaja en lo suyo, pero don Héctor andaría cabildeando a la directora de Turismo en La Laguna, Ana Cecilia Arreola, para quedarse con la secretaría.
- Lo que no checa es por qué el gober haría el cambio cuando resulta que don Juan es de los pocos secretarios que medio ha dado resultados.
- Claro, hace apenas unas semanas el mismo gobierno estatal andaba presumiendo que Durango había dejado por fin los últimos lugares en competitividad turística entre los estados del país.
- Aparte del hecho de que doña Ana Cecilia no se ha distinguido para nada en su gestión pues no se nota ningún trabajo de promoción o de gestión para mejorar la prácticamente nula infraestructura turística de la Comarca.
- Pero así son las grillas del gabinete, donde lo importante es controlar posiciones y no saberle al puesto.
- Y el mismo caso de don Héctor es un ejemplo, pasó de Gobierno a Educación como si cambiara de camiseta.
- Por cierto, ¿cómo le ha ido en Educación?
- Eso es lo de menos, lo de más es hacer grilla.
- Cualquiera que piense que el tesorero de Gómez Palacio, Miguel Chibli, fumó la pipa de la paz con los regidores del G-9 luego de que le aprobaran la Cuenta Pública de 2011 están muy equivocados.
- Ya se habían tardado en sacar otro pleito. ¿Ahora qué pasó?
- Pues dicen los moyotes que el regidor Pablo César Aguilar, gran promotor de mantener la disciplina fiscal del Municipio, fue con don Miguel para pedirle de favor que le autorizara unos descuentos por infracciones.
- ¡Cómo se las gastan los regidores!
- Obviamente el tesorero lo mandó por un tubo, probablemente debido a que don Pablo es parte del grupo de ediles que se la pasan dando lata. Pero si sólo le hubiera negado los descuentos la cosa habría parado ahí.
- ¿Hay más?
- Por supuesto. Ya encarrerado, don Miguel acusó al regidor de haber recibido dinero de quién sabe dónde por aprobar la cuenta pública, o sea, sugiriendo que no lo hizo nada más por buena onda. Y dicen los moyotes que los directores de Ingresos, Víctor Morales, y de Egresos, Víctor Contreras, atestiguaron todo el numerito y no daban crédito.
- ¿Y qué contestó don Pablo?
- Pues le dijo al tesorero que lo iba a denunciar penalmente por esas acusaciones. Aunque no es la primera vez que lo acusan de esas cosas. Antes la regidora Isenia Galván también había acusado a su colega de lo mismo, pero por votar a favor de la conducción de agua tratada de Lerdo a la planta de CFE.
- Pero en esa ocasión doña Isenia tuvo que retractarse cuando se le fueron encima otros regidores y ella trató de arreglar la cosa diciendo que era "lo que percibe la gente".
- Pues a ver si ahora don Miguel no hace lo mismo porque el exabrupto seguramente lo va a meter en más líos con el Cabildo.
- Como si no le sobraran.
- Si te encuentras al director de Desarrollo Social de Lerdo, Eliseo Medina, regálale un reloj.
- ¿Por qué? ¿Es su cumpleaños?
- No, porque tal parece que el funcionario no tiene la menor noción del tiempo.
- Es cierto. Ahí está el episodio en que dejó plantados a los regidores de las comisiones de Desarrollo Social y de Hacienda para informarles sobre sus labores.
- Pues ya la volvió a hacer, y el otro día tuvo a los miembros del Comité de Planeación para el Desarrollo Municipal, el Copladem, esperando media hora para una reunión.
- Pero a lo mejor no es cuestión de tener un reloj, sino de la importancia que le da a estas reuniones. Seguramente a don Eliseo no le interesa mucho rendir cuentas de lo que hace.
- Pero lo único que logró fue hacer enojar aún más a los regidores. Dicen los moyotes que los panistas Rodolfo Torres y Ricardo Díaz prefirieron retirarse de la reunión cuando vieron a don Eliseo llegar retrasado, pero tan campante que ni siquiera ofreció una disculpa. Luego lo pensaron mejor y en lugar de irse, le reclamaron la descortesía y le exigieron respeto al tiempo de los demás.
- Pero aparte de respetar el tiempo de los demás, debería darle más importancia al concepto de rendición de cuentas, que hasta ahora le ha sido totalmente ajeno.