Mientras la violencia continúa a la alza en La Laguna, junto con la ola de robos y asaltos, nuestros subagentes disfrazados de policías comentan que hay una muy mala vibra entre el jefazo de la Policía de Torreón, el teniente Adelaido Flores, y el encargado interino de la Fiscalía General del Estado, Domingo González Favela y la futura procuradora de justicia, Griselda Elizalde, quien todavía debe esperar la reforma legal que establezca de nuevo la Procuraduría y la Secretaría de Seguridad Pública. Se dice que la coordinación entre policías estatales y municipales está completamente deteriorada, por no decir deshecha. Y no es que cada quien jala por su lado, pues en el los corrillos de la Policía municipal se dice que los colegas estatales ni siquiera jalan, lo cual se confirma por el hecho de que ni patrullas tienen. Al parecer, los muchachos de don Adelaido no andan nada sonrientes ante el hecho de que la Fiscalía no les ayuda en la investigación de las bandas de asaltantes que asolan la ciudad porque ni siquiera investigan, sino que nomás se dedican a darle trámite a las denuncias, cuando las hay. Y los subagentes reportan que ni siquiera hay esperanzas de que esto vaya a mejorar pues afirman que el cambio en la estructura de seguridad del Estado con el desmantelamiento de la Fiscalía no va a servir para nada si al frente van a seguir los mismos. En la Policía de Torreón se comenta que hay un contraste muy interesante en el rasero para aplicar las evaluaciones de control de confianza, pues dicen que mientras a los municipales los traen “cortitos”, en la Policía Estatal no ha habido depuración a pesar de que ya se aplicaron las pruebas y nadie se traga el cuento de que todos en la Fiscalía son unas blancas palomas. Lo curioso es que nadie en la nueva administración estatal le ha entrado a solucionar este problema de la respuesta institucional a la ola delictiva, porque todos andan muy preocupados en prohibir los “tables”.
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Nuestros subagentes infiltrados en el Estado Mayor durante la pasada visita del Presidente Felipe Calderón a la peronera capital notaron que el “preciso” tuvo un trato seco con su compadre, el senador Guillermo Anaya, lo cual no sólo fue un marcado contraste frente a la buena vibra que se prodigó con el gober Rubén Moreira, sino también con el lugar que ocupaba don Memo en anteriores visitas de don Felipe. El primer compadre llegó a ser pasajero del helicóptero presidencial y ocupaba lugares destacados entre los invitados, pero la semana pasada tuvo que llegar en camioneta, como el resto de los mortales y lo mandaron a sentarse a la segunda fila. Dicen que cuando el presidente pasó a saludar a los asistentes a la inauguración del Libramiento Norte de Saltillo, apenas registró la presencia de su compadre con un muy breve apretón de manos. Las malas lenguas, que abundan en la política estatal, empezaron a soltar rumores de que los bonos de don Memo en Los Pinos andan a la baja, lo cual explicaría también que el senador tomó las riendas para operar la gira del “delfín” calderonista, Ernesto Cordero en Torreón. Las huestes de don Memo insisten que sigue siendo cuatacho del presidente, pero la realidad política podría haber obligado a don Felipe a marcar una distancia para llevar la fiesta en paz en Coahuila. ¿Será?
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Desde la Ciudad de México, la cúpula del PRI mandó un mensaje a todos los calefactos que suspiran con una candidatura al Congreso, advirtiendo que no hay nada definido y que nadie debe hacerse ilusiones. Se dice que la lista que envió el PRI coahuilense al equipo de campaña de Enrique Peña Nieto con los candidatos que gozan los afectos del gober Rubén Moreira no es de ninguna manera definitiva y que todavía puede haber cambios. Esto significa que algunos aspirinos que ya se veían cobrando como diputados o senadores, como es el caso de Braulio Fernández Aguirre, Verónica Martínez o Román Cepeda se pueden caer del caballo. También significa que otros que ya daban por perdida la candidatura todavía tienen posibilidades, como los exalcaldes Carlos Román Cepeda a una diputación o Salomón Juan Marcos a la senaduría. Nuestros subagentes dicen que el jefazo del tricolor, Pedro Joaquín Coldwell, el exgobernador de Hidalgo, Miguel Osorio y un par de operadores cercanos al “gavioto” Peña Nieto son los encargados de “palomear” la lista, por lo que la grilla a nivel local que habrían aplicado algunos suspirantes podría no servir de nada si no han movido sus contactos en el PRI nacional. Se espera que para el próximo fin de semana se anuncien las candidaturas y ya veremos de qué cuero salen más correas.
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Por cierto que en más del tema electoral en los medios de comunicación de Saltillo ha corrido la versión de que el ex gobernador, Humberto Moreira, se autodescartó como candidato a senador. Según la nota don Humberto no busca ser legislador y se hace a un lado, el detalle es que la información no la da el profesor y se atribuye a “fuentes cercanas” lo que sin duda abona a la sospecha. Por lo que algunas lengas viperinas, de esas que nunca faltan, ya afirmaron que don Humberto no se está haciendo un lado, por el contrario está levantando la mano para que no lo olviden al fin y al cabo el dirigente estatal del tricolor, Salvador Hernández Vélez, ya declaró que si el profe quiere ser senador tiene todo el apoyo de la militancia, lo de menos es que haya dejado al estado endeudado por varias generaciones.
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Reportan nuestros subagentes disfrazados de macetas en el antiguo Banco de México que debido a la apatía que muestran las autoridades municipales de Torreón hacia los problemas laborales, de cara a unos días del cambio de mesa directiva en el sindicato de trabajadores que agrupa a la mayoría de los empleados, se está planeando un paro total de actividades para la próxima semana pues según la dirigencia sindical encabezada por Luis Carlos Fournier, desde hace más de cinco meses han buscado entrevistarse con el alcalde, Eduardo Olmos, para expresarle diversos problemas y han sido bloqueados por el vice alcalde el contralor, Lauro Villarreal. Por lo que cansados de no ser atendidos por don Lalo los trabajadores se irán a la huelga a ver si así son tomados en cuenta por el alcalde y don Lauro les gestiona de manera expedita la cita que llevan esperando varios meses.
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Cuentan nuestros subagentes del otro lado del Nazas que los gomezpalatinos tienen veladoras prendidas para que el gobernador de Durango, Jorge Herrera, se acuerde de ellos y haga caso a la petición de la alcaldesa, Rocío Rebollo, de entregar un porcentaje del dinero recaudado por el gobierno estatal de la venta de permisos, ya el Municipio dejará de recibir por este concepto varios millones de pesos. Por ejemplo en el 2011 el Ayuntamiento de Gómez Palacio recaudó 42 millones de pesos por la venta de permisos para circular sin placas por lo que doña Rocío no sabe como recuperar ese dinero que mucho sirve para programas sociales. Por eso los gomezpalatinos esperan que así como don Jorge se preocupó por apoyar y quedar bien con Rubén Moreira pues también se acuerde de los ciudadanos que votaron por él, porque parece que al gobernador ya se le olvidó que llegó a la gubernatura gracias a los votos de la Laguna de Durango
