En la larga espera para la terminación de la nueva Presidencia Municipal y la Gran Plaza, nuestros subagentes se entretienen averiguando los “detallitos” que surgen en torno a la polémica obra. El último chisme llega de la Urbe de Adobe, donde nuestros subagentes en el Palacio Rosa comentan de una reciente comunicación entre representantes de la empresa encargada de forrar el edificio y funcionarios estatales. Como se sabe, la empresa suspendió la obra por falta de pago, pues ya no había para cubrir la renta de los andamios. Hace unos días se buscó otro adelanto para reanudar los trabajos y se dice que la respuesta que dieron en el gobierno estatal explica perfectamente la inmovilidad en torno a la obra. Según los subagentes, las huestes del gober Rubén Moreira hicieron saber que la obra no les interesa tanto como para acelerar el trabajo, a pesar de que el proyecto lleva dos años en construcción. En pocas palabras, que se esperen.
Esto significa que ya ni siquiera le van a entrar al tema de las características de la obra, pues los subagentes apuntan que la fachada de vidrio que se colocó va a convertir al edificio en un horno la mayor parte del año, lo cual elevaría de manera significativa el consumo de energía. Aunque eso, claro, depende que se instalen los aparatos de aire pues al proveedor de ese equipo tampoco le han pagado. Sin embargo, del lado del Municipio hay un contraste notorio, pues ahí ya les entró la prisa por terminar la Gran Plaza. Dicen los subagentes que la empresa que construyó el estacionamiento ya se arrancó también sobre la explanada a pesar de que esa obra era una licitación por separado que no se ha resuelto. Al paso que van, la plaza estaría terminada en unos cuantos meses a la sombra de un edificio a medias. Lástima que de aquí no salió ningún candidato presidencial que pueda ser exhibido por compromisos incumplidos. Porque la vacilada que fue la “mesa de la verdad” para discutir las obras del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, en el_Edomex bien pudo instalarse en la Gran Plaza.
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Y hablando de Enrique Peña Nieto, nuestros subagentes en la estación de monitoreo de spots de campaña reportan que el suspirante tricolor lanzó un promocional para Coahuila en el que resaltan dos detalles. Uno, que don Enrique presume la fortaleza del pueblo coahuilense “a pesar de la inseguridad y la violencia”, aún cuando ambos problemas deben cargarse en parte a las administraciones locales de su propio partido. El otro detalle es más interesante, pues resulta que don Enrique no salió de la avenida Venustiano Carranza de la peronera capital para grabar su spot, donde se le muestra saludando saltilleros frente al edificio del Ateneo Fuente. A lo mejor los estrategas del PRI piensan que más allá de Saltillo todo es General Cepeda.
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En los corrillos de la grilla local ha provocado muchos comentarios la contratación del curuleco local Fernando Gutiérrez como coordinador de campaña de la candidata al Gobierno del Distrito Federal, Isabel Miranda de Wallace. Muchos se preguntan cuál será el nivel de desesperación de los panistas capitalinos para recurrir a un operador estatal a quien primero tienen que explicarle dónde queda Iztapalapa. Sin embargo, en la Ciudad de México se comenta que la pregunta no es qué hizo doña Isabel para merecer que le mandaran al “Gutis”, sino qué hizo don Fernando para merecer que lo mandaran con “la Wallace”. Y es que dicen que la campaña de la activista contra el crimen es un verdadero desastre que ha sangrado personal desde que arrancó. Allá en el DF dicen que ningún coordinador de campaña ha durado más de dos semanas con doña Isabel, y el que más aguantó fue su vocero, que renunció al mes sin haberse sentado un segundo a discutir la estrategia de medios con la candidata. Por lo mismo, comentan los subagentes, don Fernando va a encontrar un tiradero, aunque su estreno tendrá que ser el control de daños por la balconeada que una revista le dio a doña Isabel al sacarle una ficha policiaca de hace 14 años. El rumor es que en esa revelación ronda la “mano negra” del PRD; por lo que una de las primeras lecciones que don Fernando debe aprender es que una cosa es lidiar con Humberto o Rubén Moreira y otra muy distinta con René Bejarano y Dolores Padierna. A ver cuánto dura.
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Allá en Durango, dicen que cualquier asunto de gobierno ahora debe ser tratado en las oficinas del PRI. Y es que ha sido notable el éxodo de funcionarios estatales que pidieron licencia para irse a la campaña o que se quedaron a cobrar en la nómina, pero con los pies bien plantados en la talacha partidista. Entre éstos se cuenta al mismísimo gober Jorge Herrera Caldera, de quien se dice que anda muy “clavado” en la campaña. De hecho, nuestros subagentes en el Bajío reportan que don Jorge estuvo muy sonriente en el aeropuerto de León el domingo pasado entre la comitiva que recibió a Enrique Peña Nieto para acompañarlo en el arranque de campaña del candidato del PRI a gobernador, Juan Ignacio Torres Landa. Dicen que don Jorge fue de los afortunados en trasladarse en helicóptero para burlar el engorroso tráfico y se comenta que el gober de Durango trabaja duro para hacer méritos con don Enrique.
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Duro recibimiento tuvo el flamante presidente de la Comisión de Derechos Humanos e Coahuila, Armando Luna Canales, cuando se recordó que apenas hace tres años apoyaba la pena de muerte para secuestradores. A lo mejor al gober Rubén Moreira ya se le había olvidado el detalle cuando lo propuso, pero las declaraciones de don Armando en el no muy lejano 2008 fueron sacadas a la luz para cuestionar su compromiso por los derechos humanos. Según el abogado saltillense, lo único que hizo como secretario de Gobierno fue entregar a Congreso la iniciativa del entonces gober Humberto Moreira, que causó un escándalo nacional cuando propuso ejecutar a plagiarios, aunque nunca aclaró qué iba a hacer primero para detenerlos. Pero en ese caso, mejor le hubiera ido si cuida sus declaraciones, pues en esa ocasión don Armando soltó que los secuestradores debían estar dispuestos a pagar sus crímenes “con sus propias vidas” pues no tenían “posibilidad de readaptación”. Obviamente, en el negocio de la política uno cambia de convicciones como de corbata, pero los diputados que avalaron su nombramiento tuvieron que hacer malabares para justificarse y salieron con que es muy buen padre de familia y hasta ecologista. Todo lo cual serían buenas credenciales para los cargos de director del DIF o secretario de Medio Ambiente.
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Si no está muy ocupado en la campaña del PAN, el delegado de Comunicaciones y Transportes en Coahuila, Jesús de León Tello, haría bien en echarle un ojo a la operación del aeropuerto de Torreón y meter en cintura a la comandante Julia Martínez. Dicen nuestros subagentes que hace unos días se retrasaron tres vuelos matutinos porque el controlador aéreo de la torre local no había llegado a trabajar. Los retrasos duraron casi una hora, incluyendo los dos vuelos internacionales que tiene Torreón, por un detalle que no cae muy bien en las empresas de aviación por las complicaciones que causan a pasajeros y tripulaciones. También reportan que, en otra ocasión, un controlador andaba tan “despistado” que estuvo a punto de provocar un choque entre un avión comercial y una avioneta en la plataforma. Y dicen que no es la primera vez que a los controladores aéreos se les quedan pegadas las sábanas. Con las tarifas que cobra Aeroméxico, de seguro alcanza para regalarles un despertador.
