La revelación de las supuestas “travesuras” que hizo el exzar financiero de Coahuila, Javier Villarreal, con el dinero de la deuda en Estados Unidos, dan uno de los primeros indicios sobre el destino que tuvieron una parte de los créditos que la anterior administración estatal pidió por debajo del agua y sustentan la sospecha de que buena parte del dinero se fue a engordar cuentas bancarias particulares para generar intereses que fueron “embolsados” por don Javier y sus cómplices. De acuerdo con autoridades estadounidenses, don Javier movió dinero de créditos a cuentas a su nombre allende el Bravo, lo que revela un notable descaro para desviar el dinero, pues todas estas transacciones quedan registradas. Por lo mismo, es difícil ahora pensar que el exgober Humberto Moreira no tenía conocimiento de esta situación, lo que añade otro ingrediente al escándalo.
Dicen nuestros subagentes que esta revelación es la primera descarga de artillería de una nueva embestida electoral del Gobierno Federal con el tema de la deuda de Coahuila, pues la filtración de los datos sobre el destino de los créditos en cuentas privadas de don Javier y algunos socios y familiares, no provino del Tesoro de Estados Unidos, que encontró la “transa”, sino de la Secretaría de Hacienda. Lo notable es el contraste entre la diligencia que ha mostrado la Federación para investigar el escándalo y la apatía que persiste en el gobierno de Coahuila por castigar estas travesuras. Se comenta que el siguiente paso de Hacienda es pedir que las cuentas de don Javier sean congeladas, pero de ahí a recuperar el dinero hay un largo trecho, pues los gringos son bastante conocidos por no soltar el billete que entra a su sistema financiero de manera ilícita, pues siempre buscan quedarse con la mayor tajada. Se habla de unos 4 mil millones de pesillos que Coahuila nunca vio pero que ahora tiene que pagar. Ahora los subagentes se preguntan si engordar los bolsillos de Javier Villarreal entra en las explicaciones de funcionarios de Coahuila que insisten en que el uso de la deuda estuvo plenamente justificado.
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Entre los nuevos nombramientos en la resucitada Procuraduría de Justicia de Coahuila destaca una “herencia” de la malograda Fiscalía General del Estado. Se trata de Juan José Yánez Arreola, nombrado subprocurador para desaparecidos, cuya gestión como fiscal especializado en Profesionalización y Proyectos de la Fiscalía pasó sin pena ni gloria quizá porque la Fiscalía ni era profesional ni tenía proyectos y porque él se la pasaba pidiendo licencia para participar en elecciones. De hecho, su notoriedad la alcanzó en estos menesteres. Nuestros subagentes recuerdan que unos días antes de la elección de gobernador de Zacatecas en julio de 2010, el entonces fiscal fue detenido en esa entidad y acusado de compra de votos, pues andaba en un operativo priista con varios vehículos y dinero en efectivo. De hecho, don Juan José fue arrestado cuando circulaba en un auto sin placas, lo cual debería dejarlo muy mal parado con el gober Rubén Moreira y su idea de plaquear todo Coahuila. Pero las cinco horas que pasó en el “bote” zacatecano no hicieron escarmentar al hoy subprocurador, que medio año después apareció en Guerrero operando en la elección para gobernador. Poca esperanza tendrán los familiares de personas desaparecidas si el responsable de su localización se la pasa “desapareciendo” para irse a hacer talacha electoral.
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Empresarios que asistieron a la reunión del Comité Técnico del Impuesto Sobre Nómina (ISN) el pasado jueves no sólo salieron sin haber logrado la participación estatal de “peso por peso’’ en las obras anunciadas por 200 millones de pesos para este año, sino que también fueron “regañados’’ por la secretaria de Infraestructura, María Esther Monsiváis (quien por cierto sólo viene a Torreón cuando lo hace el gobernador, Rubén Moreira). Cuentan nuestros subagentes disfrazados de ceniceros que el regaño fue por haber osado pedir una audiencia con el Gobernador y recordarle el compromiso de campaña que hizo de analizar el esquema de participación. Dicen nuestros subagentes que con la prepotencia que la caracteriza le reclamó al representante de la Canacoto su comentario y lo encaró al decirle “eso no fue lo que dijo el gobernador” con lo que pretendió callarle la boca al dirigente empresarial ante los reclamos del porqué se negaba el gobierno estatal a apoyar la bolsa del ISN cuando en anteriores administraciones hasta dos pesos por uno le daban, y ahora ni el estado ni el municipio darán nada. En ese tenor se desarrolló la reunión con los ipecos de tal surte que la presidenta de Canacintra, Rosalba Carreón, intervino para poner en su lugar a Doña Marucha y recordarle que estaba en Torreón y que el respeto era necesario para llevar la fiesta en paz. En esa reunión los mejores papeles fueron desarrollados por la flamante secretaria de infraestructura por sus desplantes y la tibieza exhibida por el secretario de Finanzas, Jesús Ochoa. De esta forma flaco favor le hacen a don Rubén funcionarios de este tipo que piensan que Torreón es Saltiyork.
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Nuestros sub agentes disfrazados de puentes nos informaron que una danza de números es lo que ha estado manejando la Secretaría de Finanzas de Coahuila en torno a la deuda que se tiene con constructores de Torreón y que ha generado el retraso de varias obras. Nos reportan que el pasado jueves en el edificio Coahuila, una gran cantidad de constructores tuvieron pasarela pero no para saludar al secretario de Finanzas, Jesús Ochoa, y felicitarlo por haber sobrevivido a las investigaciones respecto a la deuda sino para que les pagara. Por escrito los constructores le entregaron al funcionario una “pequeña” lista como si fuera carta a Santa Clos en la que detallan los nombres de las empresas, trabajos realizados y monto que se les adeuda. Algunas obras datan del 2008 y los pendientes que reclaman los constructores son sólo de algunos 200 milloncillos de pesos. Ante este reclamo nuestros subagentes se preguntan ¿pues no que el adeudo era de 120 millones y ya se habían pagado 45?, al menos esa había sido la respuesta que dio Ochoa Galindo al preguntarle sobre el pasivo.
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Cuentan nuestros subagentes que el grupo político de los Rebollo anda muy feliz ya que aseguran que para nada están muertos en la política. Afirman que el hecho de que Ricardo Rebollo, pastor de este grupo, no haya sido elegido como candidato a senador no significa que esté en la congeladora. Su argumento es que el ex alcalde de Gómez Palacio anda chambeando como estratega político en las campañas que se desarrollan en Nuevo León, Durango y Chihuahua, al parecer el encargo de sacar estas campañas vino directo del gavioto Peña Nieto (bueno eso dicen ellos). Prueba de que andan más vivos que nunca es que el ex alcalde de Gómez Palacio, Mario Calderón, anda en la campaña del ex gobernador Ismael Hernández quien ahora desea ser senador, mientras que Miguel Campillo dejó el SIDEAPA para irse de coordinador de Enrique Peña Nieto en Gómez Palacio así que a este grupo político todavía se le mueve la patita.
