En las contiendas por el Senado en Coahuila y Durango la peor talacha para conseguir votos les cayó a las mujeres, mientras los hombres se dedican a esperar cómodamente el día de la elección. Nuestros subagentes comentan que en las dos principales fórmulas en competencia, del PRI y PAN, los hombres encabezan las duplas y por lo mismo tienen garantizado llegar a la nómina aunque sea como primera minoría. Las mujeres quedaron en los segundos lugares y la única forma de llegar a cobrar seis años al Senado es poniéndose a jalar. En Coahuila, el PRI postuló a Braulio Fernández Aguirre en primer lugar y a Hilda Flores en segundo, mientras que el PAN lleva la fórmula Luis Fernando Salazar-Silvia Garza. En Durango, los tricolores van con Ismael Hernández Deras y Leticia Herrera contra José Rosas Aispuro y Salomé Elyd de Katsicas, del PAN.
En todos los casos, los hombres tienen asegurado su elección, a menos que el PRD cause una sorpresa, lo cual se antoja difícil. En este arreglo, los partidos pueden decir que cumplieron cabalmente la cuota de género, aunque al final la representación femenil será sólo de dos y la varonil de cuatro. De ahí que, dicen los subagentes, la chamba más fuerte la traen Hilda, Lety, Silvia y Salomé, sobre todo las dos últimas pues el PAN se perfila para quedar en segundo lugar en ambos estados. La que tiene la posición más cómoda es doña Hilda, pues incluso si pierde la elección y don Braulio se queda con la primera minoría, lleva buen lugar en la lista de “pluris” a la que entró en calidad de “juanita” por lo que seguramente ya se salvó de vivir en el error.
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Y hablando de la carrera por el Congreso, el que ya respiró tranquilo y asomó la cabeza fue el suspirante panista Luis Fernando Salazar, ahora que el Tribunal Electoral le salvó la candidatura de la impugnación que le asestó el exembajador Jorge Zermeño. Dicen nuestros subagentes que en el bando del exalcalde había perdido la esperanza desde hace varios días, luego de que los magistrados de la Sala Regional de Monterrey le empezaron a dar largas al asunto, pues mientras más se acerquen las elecciones disminuían las posibilidades de que tumbaran a un candidato. Ahora don Jorge puede apelar el fallo ante la Sala Superior del Tribunal, pero lo más probable es que se atenga a la disciplina del partido, que ya no quiere más broncas. Don Luis, por su parte, anda feliz de la vida y a lo mejor ahora sí ya arranca su campaña, que ha sido inexistente, aunque como ya se vio, el “hueso” lo tiene amarrado.
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Mientras los gobiernos de Coahuila y Durango andan hechos bola por el aumento de la violencia en La Laguna, nuestros subagentes comentan que se han manifestado algunas tensiones entre los equipos de los gobernadores Rubén Moreira y Jorge Herrera Caldera. Una muestra de esto es la reunión del lunes pasado para evaluar el operativo Laguna Segura, que está dando señales de aflojar el paso pues los grupos criminales han asestado duros golpes en la región. Un detalle revelador es que don Jorge no asistió al encuentro con el general Roberto de la Vega, jefazo de la XI Región Militar, ni lo hicieron los alcaldes de Gómez Palacio, Rocío Rebollo, y Lerdo, Roberto Carmona, a pesar de que don Rubén y el alcalde Eduardo Olmos sí se presentaron. El gober de Durango optó por mandar al secretario de Gobierno, Jaime Fernández Saracho, quien sacó algunas chispas con don Rubén al reclamarle que se hubiera aventado las declaraciones sobre los retenes en los cruces del Río Nazas sin someterlo a la coordinación con los vecinos. Este tema abonó el enojo que ya había en Durango desde principios de año, cuando el gober de Coahuila anunció el operativo contra autos sin placas, lo cual iba a afectar a gomezpalatinos y lerdenses que circulan en Torreón. Don Rubén ha basado estas propuestas en la asesoría que le brinda Jorge Tello Peón, exjefazo del Cisen y del Consejo Nacional de Seguridad. El detalle es que don Jorge fue uno de los principales arquitectos de la estrategia de seguridad del presidente Felipe Calderón que en más de una ocasión fue duramente criticada por el hoy gober de Coahuila cuando era diputado. Pero a final de cuentas los toros se ven diferentes del otro lado de la barrera. En lo que sí coincidieron es en la percepción de que Laguna Segura había perdido la efectividad lograda a finales del año pasado y principios de éste. Por lo pronto, don Rubén y don Lalo salen hoy a Colombia para aprender un poquito del modelo aplicado en ese país. A ver si regresando desquitan el viaje.
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Por cierto, un intenso debate se dio el otro día en el Consejo Estatal de Seguridad Pública. Pero mientras Coahuila es azotado por balaceras, asaltos, secuestros, homicidios, grupos criminales armados que rondan calles y carreteras a placer, el tema principal de la reunión presidida por el gober Rubén Moreira fue ¡las peleas de gallos! Alguien ha de pensar que si se elimina tal actividad la seguridad en el estado va a mejorar, así que asuntos como la depuración de policías, los operativos o la corrupción institucional pueden esperar. Dicen nuestros subagentes que la razón por la que el tema de los gallos acaparó tal atención fue porque el alcalde de Allende, Sergio Lozano, tuvo un fuerte enfrentamiento con el gober. Como es del PAN, era predecible que fuera a mostrar su oposición a tal medida, seguramente porque no atendía las causas complejas y profundas de la delincuencia, pero no fue así. Don_Sergio empezó su perorata con el argumento de que la prohibición de las peleas iba a dañar seriamente a la industria turística del municipio y por lo tanto a la economía local. Pero resulta que ése tampoco era el motivo real de la necedad del alcalde. Al final salió el peine y don Sergio terminó por admitir que tiene un negocio de venta de alimentos para gallos y gallinas y que prohibir las peleas sería mortal para su changarro. Obviamente las carcajadas no se hicieron esperar y don Rubén terminó por consolar al alcalde al decirle que, en todo caso, terminar las peleas le iba a beneficiar porque ahora “no se le van a morir los animales”.
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Nuestros subagentes han reducido a dos las hipótesis que explicarían la ineficacia de la secretaria de Infraestructura, María Esther Monsiváis frente a las obras que ejecuta el Estado en Torreón. O no tiene idea de lo que hace, o su chamba consiste en inventar pretextos. Ahora salió con que la tardanza en las obras no es por falta de dinero sino por cambios administrativos provocados por la desaparición de la vicegubernatura de Desarrollo Regional y los atrasos generados por el gobierno anterior. A lo mejor por eso la funcionaria se puede dar el lujo de desperdiciar los 50 millones de pesillos que costó el puente del TSM y que no ha abierto (a pesar de que la clausura ya provocó una muerte). Sin embargo, los subagentes no se tragan el cuento viniendo de una funcionaria con experiencia, que debería saber que la continuidad de la obra de gobierno debe darse de manera fluida, independientemente del cambio de administraciones, y que no debe ser un “borrón y cuenta nueva”, sobre todo cuando se trata de infraestructura. Pero si el Estado no ha podido siquiera perforar un pozo de agua para abasto de la zona industrial de Mieleras significa el desorden y la indiferencia prevalecen en la Urbe de Adobe. Tampoco convence mucho eso de que el retraso no es por la falta de recursos porque, si fuera el caso, el Municipio no le habría entrado al quite con obras que dejó tiradas el Estado como la Gran Plaza. Y una tercera razón para desconfiar de esto es que la hoy jefa de Infraestructura fue secretaria de la Función Pública en el último tramo del gobierno pasado y era su responsabilidad supervisar la entrega-recepción para que evitar el desorden al que alude en sus declaraciones. Pero seguramente también tiene un pretexto para explicar por qué no hizo su chamba en esa ocasión.
