Los que piensan que los funcionarios que cobran en el Estado o del Municipio a cargo de áreas claves de gobierno son incompetentes que no logran resolver problemas, dan largas a asuntos de vital importancia o tienen un desorden en sus dependencias, están muy equivocados. Lo que pasa es que todo depende en qué trabajen y sí resultan muy eficientes, aportan soluciones rápidas y meten orden en la operación sólo en asuntos que les convienen. Como los que tienen que ver con la talacha partidista en estas elecciones. Nuestros subagentes reportan que algunos funcionarios han revelado una enorme capacidad de trabajo cuando se trata de trabajar para el PRI y la campaña de Enrique Peña Nieto.
Ahí está el caso de la secretaria de Infraestructura, María Esther Monsiváis, que tiene obras tiradas por todo Torreón, y ella misma dejó tirada la chamba dos semanas para irse a trabajar a la campaña. Si bien doña Marucha no puede terminar la construcción de puentes o presidencias municipales, salió una “fiera” para el diseño y construcción de templetes, pues los subagentes reportan que la vieron muy activa la víspera del mitin de don Enrique supervisando el levantamiento de la tarima afuera de la Feria donde el suspirante tricolor se entregó a la adoración de sus “fans”. Otro caso es el contralor municipal, Lauro Villarreal, que tiene la supervisión de las finanzas de la ciudad hecha un desastre, pero bien que se pone las pilas para coordinar las redes de simpatizantes del PRI en Torreón y la canalización de apoyos, principalmente despensas, para movilizar votantes el día de la elección. En esta tarea, don Lauro se apoya en dos personajes, Mario Cepeda y Miguel Sáenz. Ambos cobran de momento en el Simas, don Mario como contralor y don Miguel como director de Atención Ciudadana, y ninguno de los dos ha dado resultados frente a la emergencia financiera y técnica que vive la empresa, donde crecen los problemas de falta de dinero y falta de agua en las redes. Pero cuando se trata de jalar para el partido, sacan toda la eficiencia que normalmente tienen guardada. Los funcionarios municipales forman parte de la red de operadores del alcalde Eduardo Olmos y el secretario de Gobierno, Miguel Riquelme, que deben entregar buenas cuentas. Don Mario, por ejemplo, solucionó de manera efectiva el “balconeo” de las despensas que se estaban pudriendo en una bodega municipal y, cuentan los subagentes, rápidamente entró en acción para mover los paquetes a un centro comunitario que opera su padre, el profe Mario Cepeda, desde donde se distribuyen a las huestes del PRI. O sea que no es cierto que los funcionarios no trabajan, sólo que no trabajan en lo que deben, sino en lo que quieren.
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El exgober interino Jorge Torres López reapareció en la Urbe de Adobe para acompañar en un evento a su sucesor, Rubén Moreira, y el buen humor que traía se disipó rápidamente en cuando fue abordado con el tema de la deuda de Coahuila. Dicen nuestros subagentes que don Jorge se molestó cuando se le cuestionó sobre el escándalo que brotó durante su administración y se pidió su opinión sobre el curso que ha tomado ese asunto. El exgober se zafó con el clásico “de eso ya he hablado mucho”, aunque es evidente que no tanto como para aclarar algunos detalles. Por ejemplo, cómo fue que al menos una tercera parte de los créditos se contrataron durante 2011, el año de su administración, o por qué el exzar financiero Javier Villarreal anduvo sacando un crédito por 2 mil millones de pesos el día después de la elección para gobernador aún cuando todos en el gobierno estaban negando que la deuda se hubiera disparado de manera oculta. Obviamente don Jorge no tenía explicaciones para eso, pero la cosa no quedó ahí. Se dice que tras el evento, reclutó al vocero de seguridad del gobierno estatal (y su exsecretario particular), Sergio Sisbeles, para que averiguara la identidad de una impertinente reportera, como si don Sergio no tuviera cosas mejores que hacer. El caso es que llegó el mensaje de que el exgober andaba molesto. A lo mejor aclarando algunos aspectos oscuros de la deuda se pueden serenar mejor los ánimos.
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Hoy terminan las campañas para la elección de presidente, diputados y senadores. En el PRI decidieron mostrarle el músculo a los jerarcas del partido con un acarreo (perdón, transporte) de simpatizantes a la ciudad de México para el cierre de campaña de Enrique Peña Nieto. De hecho, las crónicas reportan que Coahuila fue de los estados que más gente llevó al Estadio Azteca, lo que debe tener al jefazo Salvador Hernández Vélez hinchado de contento. Obviamente, entre los “movilizados”, el PRI cargó con altos funcionarios para que se hicieran presentes. En el PAN se reforzó la promoción aunque de una manera que llama la atención. Dicen nuestros subagentes que las campañas de los candidatos a senador, Luis Fernando Salazar, y a diputado, Marcelo Torres, se soltaron mandando correos electrónicos solicitando el voto, aunque muchos fueron a parar a cuentas personales de votantes que de repente se encontraron con los mensajes de proselitismo sin saber de dónde había sacado el PAN las direcciones. Porque se supone que las cuentas de correo son datos protegidos por ley y los que tienen las bases de datos no las pueden compartir. Pero en tiempos electorales eso de la privacidad es un lujo.
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Y mientras los candidatos esperan los resultados de la jornada electoral, hay algunos que desde hace rato respiran tranquilos en la certidumbre de que ya la hicieron. En Coahuila están el priista Braulio Fernández Aguirre y el panista Luis Fernando Salazar en Coahuila. Pero también la priista Hilda Flores pues aunque va en la segunda posición de la fórmula, también quedó en la lista de “pluris” de modo que tiene asegurada su entrada en la nómina aún si el PAN gana. En Durango, el exgober Ismael Hernández Deras, del PRI, y el expriista-panista José Rosas Aispuro ya se ven decorando oficina en el nuevo edificio del Senado, mientras que la priista Leticia Herrera todavía tiene que esperar que no venga ninguna sorpresa. Entre los suspirantes a diputados, Salomón Juan Marcos en Torreón y José Luis Flores Méndez en San Pedro parece que ya la libraron, pero en el distrito 6 la priista Norma González todavía no puede cantar victoria aún cuando dice que las encuestas le dan buen margen, pues el PRI no ha ganado ese distrito en una elección que coincida con la presidencial desde 1994. Del lado de Durango, Alma Marina Vitela ya se ve cobrando en San Lázaro porque la campaña del panista Ángel Luna nunca despegó. Y el senador y primer compadre, Guillermo Anaya, se colgará de su cuarta liana legislativa sin siquiera sudar gracias a que va en buen lugar en la lista de “pluris”, con lo que asegurará 18 años en la nómina.
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Dicen nuestros subagentes que el secretario de Fomento Económico, Javier Guerrero, apenas desempacó de un viaje por Chicago y Detroit y ya hace maletas de nuevo, ahora para brincar el “charco” a Londres, a donde llevará una delegación coahuilense según esto para conocer empresas del ramo aeroespacial. Al parecer, la fecha del viaje coincide con las Olimpiadas en la capital británica, por lo que tendrán que dar un “sablazo” extra al maltrecho erario estatal, pues los precios andan por las nubes en esta temporada y la libra no está muy barata que digamos. Los subagentes anticipan que la naturaleza del viaje beneficiará principalmente (otra vez) a la peronera capital, al ser la única región del Estado que tiene algo de industria aeroespacial, así que La Laguna tendrá que seguir esperando los frutos de los viajes a Japón hechos por el gober Rubén Moreira y que no han detonado inversiones, sólo puras “pláticas”.