En la víspera de la elección presidencial, nuestros subagentes reportan un balance de las giras que los suspirantes a Los Pinos hicieron por La Laguna y, en general, le ponen feos taches a la forma en que trataron al electorado de la Comarca. Ninguno de los candidatos realizó una gira conurbada que abordara en conjunto las necesidades de toda la región, sino que abonaron en la visión dividida que se tiene en la capital del país. Para empeorar las cosas, la mayoría de los candidatos sólo visitó una parte de la región, pues Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri solamente tocaron Torreón durante sus visitas. Enrique Peña Nieto fue el único que estuvo tanto en Coahuila como en Durango, pero en ambos lados hizo propuestas de campaña diferentes, como si se tratara de regiones distintas. En cuanto a las propuestas los subagentes comentan que los candidatos mostraron la ausencia de un diagnóstico sobre los problemas de la región. El único que dijo algo concreto fue, otra vez, don Enrique, pero aplicó el “fusil” a promesas repetidas hasta el cansancio en una larga cadena de elecciones, incluyendo las últimas de gobernador en Coahuila y Durango. Esto sugiere que el candidato del PRI no tiene mucha idea de cuáles son los problemas que aquejan a la región y se “colgó” de lo que le dijeron los gobernadores Rubén Moreira y Jorge Herrera para que retomara las promesas que, en su momento, hicieron y que no han podido cumplir. El resto de los suspirantes se enfocó de manera abstracta en los temas de seguridad, agua y desarrollo económico, o sea lo que se pasaron repitiendo por todo el país pero sin dar detalles concretos. Y en un tema de importancia para Coahuila, el escándalo por la deuda estatal, las reacciones se dividieron en líneas partidistas. Don Enrique prefirió evadir por completo el tema y aunque su equipo se aseguró de que el exgober Humberto Moreira no apareciera ni por asomo en los eventos de Torreón y Saltillo, su fantasma político anduvo rondando sin que el candidato lo reconociera. Y por supuesto que doña Josefina y don AMLO se abalanzaron sobre el tema para capitalizar algunos votos, aunque en el caso de la candidata del PAN no explicó bien cómo ha sido que el actual gobierno federal no ha actuado con mayor contundencia. En resumen, la campaña fue entretenida pero aportó poca sustancia al debate sobre las necesidades de la región y a la forma en que se trata a la Comarca desde el gobierno federal. A ver si para la próxima.
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Por cierto, en el tema de la deuda, llama la atención que la supuesta ofensiva que el gobierno del Presidente Felipe Calderón iba a lanzar contra los personajes involucrados en la contratación ilegal de créditos nunca se materializó. Como se recordará, en la víspera del arranque de la campaña la Procuraduría General de la República andaba muy movida en las acusaciones contra el exzar financiero Javier Villarreal y sus secuaces pero conforme pasó el tiempo el asunto se desinfló a pesar de que continuaron las revelaciones sobre la forma tan productiva como don Javier habría invertido el dinero en Estados Unidos. De hecho, la PGR nunca envió a la Interpol la supuesta ficha roja para ubicar al exfuncionario en el extranjero y aplicarle la orden de aprehensión que tiene pendiente y que por ahora nada más acumula polvo en el escritorio de doña Marisela Morales. O se que la PGR sólo asustó con el petate del muerto, lo que llevó a nuestros subagentes a sospechar si no hubo algún pacto entre don Felipe y el PRI para echarle tierra al asunto, no vaya a ser que, de ganar mañana, Enrique Peña Nieto vaya a cobrar algunas facturas pendientes, sobre todo si es cierto que parte del dinero de la deuda terminó en su campaña.
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Termina junio y el gobierno de Coahuila no ha entregado al Sistema Nacional de Seguridad Pública las cifras de delitos ocurridos en el estado durante mayo. Los muchachos del secretario de Seguridad Pública, Jorge Luis Morán, llevan 15 días fuera de plazo para entregar la estadística, lo que lleva a pensar si todavía la están “rasurando”. Esto viene a cuento porque, según nuestros subagentes, en meses anteriores el Estado ha minimizado algunos datos, como el de los homicidios. Por ejemplo, en febrero Coahuila reportó al SNSP 51 homicidios dolosos en todo el estado, cuando sólo en Torreón se registraron 56. En abril reportaron 56 pero en Torreón se contaron 42 y resulta difícil pensar que en el resto de Coahuila hubo nada más 14 homicidios, sobre todo cuando la Urbe de Adobe ha sido azotada por una ola de violencia. Lo curioso es que una de las virtudes que se presumieron a principios de año cuando el gobierno estatal desapareció la Fiscalía General para regresar la Procuraduría de Justicia y la Secretaría de Seguridad Pública, fue que ésta última dependencia contaría con un área dedicada a mantener la estadística delictiva de manera puntual. Obviamente esto no ha sucedido y por lo mismo no se puede diseñar una buena estrategia de combate al delito cuando ni siquiera se tiene una medición de lo que está pasando.
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Luego de que se revelara que hay un desfase entre la construcción de la Gran Plaza y el edificio de la Presidencia Municipal, el secretario de Gobierno, Miguel Ángel Riquelme se dejó venir a dar un recorrido por la obra, junto con el alcalde Eduardo Olmos, para dar la impresión de que todo marcha sobre ruedas. Al parecer don Miguel también está encargado de la cartera de Infraestructura porque a él le endosaron la bronca del retraso en la terminación del edificio. El problema es que mientras la plaza y el estacionamiento pueden estar terminados para octubre o noviembre, la Presidencia no tiene para cuándo y la obra se la pasa sangrando proveedores que se tienen que retirar por falta de pago. El último, dicen nuestros subagentes, fue la empresa encargada de forrar el edificio, que ha dejado tirado el trabajo al menos en dos ocasiones porque no hay dinero. Se dice que el gober Rubén Moreira se empezó a involucrar más en el tema ante la preocupación de que el retraso de la obra está dejando muy mal parado a su gobierno. Pero reactivar el flujo de dinero al edificio de la Presidencia resuelve nada más una parte del problema. La otra es si el Estado le va a reembolsar al Municipio el dinero que tuvo que gastar para completar la plaza y el estacionamiento, que era dinero mejor aplicado en otras cosas más urgentes y no en cumplir el capricho de la pasada administración. Aunque lo más probable es que le salgan a don Lalo con aquello de “debo, no niego; pago, no tengo” y ni modo que se ponga a las patadas.
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Y hablando de deudas, llama la atención que el PRI en Coahuila empezó a aplicar el novedoso concepto de la compra de votos a crédito. De acuerdo con testimonios recogidos por nuestros subagentes, los votantes a los que el tricolor ofrece 200 pesos por su sufragio de mañana han comentado que en la elección del año pasado vendieron el voto por la misma cantidad pero ¡no les han pagado! No cabe duda que Javier Villarreal dejó escuela en Coahuila, porque también resulta que el PRI ha repartido tarjetas de apoyo con la promesa de que el dinero se va a depositar hasta después de las elecciones. Ahora nada más falta que los jerarcas tricolores salgan con una reestructuración de la deuda y le endosen a sus huestes un plan de pago de 200 pesos a seis años. Pero si se trata de dinero contante y sonante, se dice que en el PAN sí están aflojando el billete, sobre todo en el distrito 5 donde compite Javier López, y con la generosidad del programa Oportunidades que manejan los entenados del suspirante al Senado, Luis Fernando Salazar. Pero esto se debe principalmente a que hay un temor de que vayan a quedar fuera de la nómina y mañana es su última oportunidad para seguir colgados del presupuesto, por lo que le están echando todos los kilos. ¿Será?
