Mientras se disparan los secuestros y extorsiones en la Comarca Lagunera, nuestros subagentes se preguntan si realmente existe la voluntad de autoridades federales por combatir a los grupos criminales o si nada más hacen como que trabajan. En las últimas semanas se ha notado una creciente desconfianza entre el Ejército y la Policía Federal que, lejos de abonar en la solución del problema, lo empeora. Se comenta que los militares ven con recelo a la unidad de federales que llegó hace un mes a Torreón supuestamente con la encomienda de combatir el secuestro, porque no sólo no redujeron los casos, sino que han aumentado. Queda claro que, hasta ahora, los muchachos de Genaro García Luna no han dado resultados y el alza en los plagios se carga a la cuenta negativa de la XI Región Militar en el operativo Laguna Segura.
Como es la Región Militar, que encabeza el general Roberto de la Vega, la encargada de dirigir el operativo, hay preocupación entre los militares. Se dice que los de verde olivo ven como más que una casualidad el hecho de que los secuestros han aumentado luego de la presencia de más elementos federales, y de ahí a sospechar que ellos andan en la “movida” sólo hay un paso, sobre todo cuando se tiene un antecedente en Ciudad Juárez, donde agarraron a varios federales en el “negocio”. Mientras tanto, parece que don Roberto apretó las tuercas en el operativo ante comentarios de que el Ejército había bajado la guardia y quizá porque se esperaba para estos días la visita del secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, para una evaluación de las estrategias. Pero lo preocupante es que las fuerzas federales de seguridad no puedan trabajar de manera conjunta porque así nunca se va a arreglar el problema.
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Y hablando de seguridad, si en Torreón se conoce la información sobre el aumento en delitos como homicidios, robos y asaltos, del otro lado del Nazas sucede lo contrario. No es que en Gómez Palacio y Lerdo no ocurran delitos, sino que las autoridades no ven la necesidad de informarlos. La Vicefiscalía para La Laguna de Durango sólo maneja cifras de denuncias, que en el caso de los robos y asaltos no son nada confiables debido a la cifra negra que es mayor que el número de casos denunciados. Pero las policías municipales guardan celosamente todos los datos sobre los reportes que reciben y sin ellos, es imposible tener la película completa sobre el crimen en La Laguna. El caso más notorio es el de Gómez Palacio, donde la Secretaría de Protección y Vialidad, que dirige Víctor Cordero, es un agujero negro de información. Nuestros subagentes comentan que dio ternura la explicación del regidor Edgar Faudoa para justificar tal omisión. El edil gomezpalatino dijo que tales datos no se hacían públicos para “seguridad” de la ciudadanía, lo cual prueba que no tiene la menor idea sobre cómo abordar el fenómeno delictivo. Cualquier experto le diría a don Edgar que lo primero es tener un sistema de información confiable, sin el cual es imposible hacer un diagnóstico, y darlo a conocer siempre será necesario pues los ciudadanos pueden tomar mejores decisiones para su seguridad y conocen cómo funcionan las autoridades. Quizá el motivo real es que las autoridades de Gómez Palacio quieren evitar balconearse como incapaces para frenar a la delincuencia, aunque eso todo mundo ya lo sabe.
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El gober Rubén Moreira tuvo un par de reuniones con el sector “ipeco” de Torreón la semana pasada para recibir reclamos sobre las obras que no terminan y las que no empiezan. Nuestros subagentes comentan que algunos dirigentes empresariales se quejaron de que los secretarios del gober no resuelven nada o no tienen idea del panorama de la infraestructura en la ciudad. Don Rubén respondió que primero tenían que recaudar el dinero del Impuesto sobre Nóminas antes de empezar las obras, lo cual no convenció mucho a los empresarios, algunos de los cuales sospechan que la Secretaría de Finanzas está haciendo malabares con el dinero y ya lo gastó en otra cosa. En el caso de las obras sin terminar, don Rubén argumentó que la Federación no ha mandado los recursos del Fondo Metropolitano, pero eso sólo explica el atraso de algunas obras y no de otras como la Presidencia Municipal, el Sistema Vial Alianza o el bulevar Senderos, que no estaban financiados con ese dinero. Lo único claro es que el “atorón” continúa y las huestes del gober Moreira no saben cómo resolverlo. El flamante titular de Infraestructura, Francisco Saracho, ni si quiera se ha parado en Torreón para revisar los pendientes, lo cual abona la tesis de que los secretarios no resuelven nada. Se dice que don Rubén se comprometió ante los empresarios a poner como enlace al secretario de Gobierno, Miguel Ángel Riquelme, a quien seguramente no le cayó nada en gracia el detalle porque no es su dependencia la encargada de desatorar las obras y sólo le van a cargar más chamba. De hecho su agenda está tan llena que cuentan que el otro día dejó plantada a un grupo de egresados de Derecho pues iba a ser su padrino de generación pero no llegó.
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Hablando de enlaces, al excuruleco local Jaime Russek se le nota bastante escurriendo agua estos días. No es porque suda con el tremendo calor, sino por la descongelada que le dio el gober Rubén Moreira al nombrarlo como enlace de la Secretaría de Fomento Económico en La Laguna. Don Jaime llevaba siete meses fuera de la nómina y está feliz con su rescate, aunque nuestros subagentes comentan que todavía no sabe de qué se trata esa chamba. Al parecer ese cargo sustituye a la subsecretaría de Fomento que manejaba Alfredo Mafud, a quien todavía no le encuentran algo que hacer. Pero si es el caso, lo más probable es que el flamante “enlace” repetirá la irrelevancia del subsecretario porque esa oficina no ha producido nada y lo mejor que le puede pasar a don Jaime es que se lo lleven a uno de esos viajes de promoción. Lo más curioso, dicen los subagentes, es que el titular de Fomento Económico, Javier Guerrero, ni siquiera sabía del nombramiento de don Jaime, quien ya fue debidamente paseado en una reunión con empresarios para que empiece a chambear.
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Nuestros subagentes por el rumbo del aeropuerto comentan que en ese sector se realizan obras de pavimentación y cordonería aunque con una notoria “alianza” entre la empresa que ejecuta la obra y el Municipio. Se comenta que la empresa que trae la obra utiliza maquinaria municipal para hacer los trabajos pero los cobran como si los “fierros” fueran de ellos. El equipo que anda trabajando en esa obra incluso trae los logotipos de la administración municipal, lo cual lleva a sospechar que algún “enjuague” raro hay entre la dirección de Obras Públicas, que dirige Miguel Algara, y la empresa que ejecuta la obra. ¿Será?
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Muy animado andaba el gober de Durango, Jorge Herrera Caldera, en el palenque de la Feria de Gómez Palacio en el concierto de Amanda Miguel y Diego Verdaguer. Dicen nuestros subagentes que estaban en el respetable que la música puso a bailar a don Jorge, quien se ha revelado como “fan” del dueto argentino pues fue el gobierno del Estado el que pagó no sólo ese concierto, que fue gratuito para el pueblo, sino otro privado que doña Amanda y don Diego dieron en El Vergel. Para que no quedara duda de la generosidad del gober, el escenario del Palenque fue vestido con un anuncio que rezaba “Un regalo para Gómez Palacio”, como si se tratara de una graciosa concesión a los súbditos del reino y no algo que se pagó con dinero público. Lo que queda claro es que don Jorge aplica la política de mucho circo pero muy poco pan.
