La necia realidad tiene una forma muy particular de entrometerse en las declaraciones de los funcionarios, sobre todo en el tema de seguridad. El alcalde Eduardo Olmos y el secretario de Seguridad Pública, Jorge Luis Morán, no habían terminado de presumir que los “ajustes” en el operativo Laguna Segura habían bajado la violencia en Torreón a fines de julio, cuando los malandros se encargaron de recordarles que pueden empeorar las cosas cuando quieran sin que las autoridades puedan evitarlo. Por ejemplo, don Lalo había expresado satisfacción por la baja de incidentes violentos en la segunda mitad de julio tras mes y medio de cinco homicidios diarios, cuando el primer día de agosto en Torreón hubo seis asesinatos.
Luego don Jorge se aventó unos comentarios sobre el debilitamiento de grupos criminales en Torreón y en cuestión de horas hombres armados atacaron a policías municipales matando a dos. El problema es que estas declaraciones no toman en cuenta que baja de la violencia a lo largo de unos cuantos días no es una tendencia y que las cosas pueden empeorar en cualquier momento. El ataque a los policías es preocupante también porque recuerda lo ocurrido el año pasado cuando los agentes municipales sufrieron decenas de ataques que desembocaron en el escándalo de la balacera afuera del TSM. En aquel entonces uno de los problemas era que el Ejército había bajado la guardia en el combate a criminales, lo que parece repetirse, pues es notable la ausencia de golpes a los grupos delictivos. Al igual que el año pasado, la situación actual puede terminar en otro hecho de alto impacto que vuelva a poner los reflectores sobre Torreón. Se supone que la visita del secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, servirá para dar un “apretón de tuercas” al operativo Laguna Segura, pero como ya se comentó, la costumbre es que las visitas de secretarios de Gobernación sean seguidas por más hechos violentos.
************************************
El gober Rubén Moreira sacó de la banca a una quincena de grillos que andaban esperando un hueso en el “Gobierno de Todos” y se aventó una ceremonia de nombramientos múltiples. Entre los relevantes para La Laguna están el del excuruleco Jaime Russek, en la subsecretaría de Fomento Económico, que es como el Canal 22, porque todo mundo sabe que existe, pero nadie lo ve. Román Alberto Cepeda, quedó en el Instituto Estatal de la Vivienda, pero se aclara que se trata del joven Román y no del bien peinado exalcalde Carlos Román Cepeda, que pasó a la congeladora luego de coordinar la fallida campaña de Braulio Fernández Aguirre al Senado. El nombramiento de don Román confirma la calidad “multiusos” de los funcionarios pues la última chamba que tuvo don Román fue secretario de Fomento Agropecuario y una cosa no tiene que ver con la otra. El matamorense Raúl Onofre se encargará de la coordinación de programas sociales en La Laguna, lo cual confirma la intención de darles un manejo electorero y opaco. Obviamente el gober Moreira no le dio importancia al hecho de que don Raúl dejó la alcaldía de Matamoros con un crédito de 50 millones de pesos que se esfumaron porque nunca se construyeron las obras que supuestamente iba a financiar. Al Registro Público de la Propiedad llegó Javier Lechuga, a quien le aplicaron una descongelada extrema pues no tenía hueso desde hace siete años, a ver si logra limpiar las innumerables corruptelas. Don Rubén, que sabe ser amigo de los amigos, también rescató a dos perdedoras de la elección al Congreso, al darle chambas a la excandidata del distrito 6, Norma González Córdova, como representante del gobierno estatal en la Ciudad de México, y a Jeanne Snydelaar, que perdió el distrito 3 de Monclova y ahora cobrará como Administradora Fiscal en ese municipio. A la Administración Fiscal, pero de Piedras Negras, llegó como premio de consolación el exalcalde Jesús Mario Flores luego de que lo bajaron de la candidatura a diputado para cubrir cuotas de género. El nombramiento que quedó pendiente es el del secretario de Gobierno, Miguel Ángel Riquelme, como titular de Desarrollo Social, porque primero hay que quitarle los candados que le impiden llegar a esa chamba. Pero nuestros subagentes dicen que la reforma para que personas que hayan tenido cargos de elección en los últimos 10 años lleguen a ese puesto también incluirá quitar el candado que los inhabilita para postularse a una elección en los tres años posteriores a su encargo. Esto significa que don Miguel sigue vivito y coleando en el “handicap” rumbo a la Presidencia Municipal.
************************************
Los afortunados panistas que ganaron chambas en el Congreso disfrutan estos días una apacible estancia en tierras queretanas donde los futuros diputados y senadores del blanquiazul definirán su agenda legislativa. Pero la verdadera grilla está en la definición del futuro inmediato del PAN y la pugna entre el presidente Felipe Calderón y el dirigente panista Gustavo Madero sobre la pretendida “refundación” del partido. Don Felipe quiere aplicar su fuerza para manejar la “refundación” del partido antes de que su carroza se convierta en calabaza y se quede sin los instrumentos (la nómina) para controlar panistas, lo que provocó un choque con la dirigencia, que quiere librarse de la intromisión presidencial. En esta pugna quedan atrapados los panistas laguneros, particularmente el senador y primer compadre Guillermo Anaya, así como el futuro curuleco Marcelo Torres y los senadores electos Luis Fernando Salazar y Silvia Garza. Difícilmente don Memo podrá ir contra los designios de su compadre y apoyar a los que buscan “descalderonizar” al PAN, pero al mismo tiempo corre el riesgo de perder su posición dentro del partido si se impone la corriente opuesta a don Felipe y le arrebatan el control del partido. Como don Memo ya se ve despachando en San Lázaro por la vía “pluri” y quizá buscando la candidatura a alcalde, no puede correr el riesgo de quedar congelado si la dirigencia panista cae en manos de un grupo antagónico. Para esto tendrá que hacer una complicada gimnasia política si quiere caer parado.
************************************
A pesar de que el sindicato de maestros operó, a través de Nueva Alianza, en contra del PRI en las pasadas elecciones, el “Gobierno de Todos” no ha dejado de consentir a los pupilos de la maestra Elba Esther Gordillo. Nuestros subagentes comentan que el Estado cedió al sindicato un albergue en Parras para personas con parálisis cerebral que hace menos de dos años fue inaugurado por el entonces gober Humberto Moreira y presumido como un “modelo nacional” para atender este padecimiento. El albergue rescató un centro de atención que se encontraba abandonado y fue presentado como una “gran acción” del “Gobierno de la Gente”. Pero como ahora “Todos” sustituyeron a la “Gente”, el albergue fue desmantelado para ceder el espacio a los maestros con quién sabe qué propósito. Lo curioso es que la entrega se dio mientras el gobierno estatal negociaba con una organización civil lagunera dedicada a tratar a personas con parálisis cerebral para que ésta asumiera la operación del centro. Esas pláticas iniciaron luego de que la diputada Alma Carolina Viggiano, esposa del gober Rubén Moreira, visitó la sede de esta organización en Torreón y ponderó en términos muy elogiosos la labor que realiza. Esto fue el primer impulso para negociar la entrega del albergue, pero resulta que la opinión de doña Carolina ya no contó mucho, pues de buenas a primeras el Estado canceló las pláticas. Nuestros subagentes comentan que el cambio obedeció a que el gobierno no tendría dinero para apoyar a la organización civil en el manejo del albergue, una consecuencia más del desastre en las finanzas estatales. Pero aparte de consideraciones de dinero también hay asuntos políticos que están por encima de las necesidades de la salud y para eso hay que quedar bien con los maestros.