La publicación del monitoreo de índices delictivos en La Laguna que hicieron el Observatorio Nacional Ciudadano y el centro de estudios México Evalúa dejó en evidencia que autoridades de Coahuila y Durango no tienen la menor intención de hacer un diagnóstico sobre el crimen en la región y mucho menos una estrategia de combate al delito, pues sus reacciones sugieren que le dan poca importancia a la grave inseguridad. En Durango, el gober Jorge Herrera Caldera mostró que la razón por la cual nunca quiere abordar el tema de la inseguridad es porque no tiene mucha idea. El gober cuestionó los datos del estudio y dijo que la metodología debe ser revisada pues las cifras no coinciden con las del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Pero quién sabe si don Jorge leyó en realidad el estudio, que está basado en las propias cifras del SNSP, cuyas bases de datos son alimentadas cada mes por las procuradurías y fiscalías estatales, incluyendo la de Durango. O sea, que son los mismos subordinados del gober los que aportaron los datos que indican unas tasas de homicidios y robos en la Comarca del doble de las registradas a nivel nacional. En Coahuila el gober Rubén Moreira no incurrió en tal desatino, pero se puso optimista al señalar que la inseguridad "se está revirtiendo", sin acordarse de que cada vez que un funcionario declara eso arrecia el baño de sangre. El secretario de Seguridad Pública, Jorge Luis Morán, también buscó escurrir el bulto y dijo que la alta incidencia de homicidios "no influye" en la población general pues está limitada a disputas entre bandas criminales, y el alcalde Eduardo Olmos le hizo segunda en esta afirmación. Pero ambos omiten el pequeño detalle de que la mayoría de los homicidios se da en tiroteos en plena calle o después de que las víctimas son secuestradas con lujo de violencia y luego tiradas en una banqueta, por lo que sí hay un fuerte impacto en la población general que atestigua de manera cotidiana las balaceras y los cadáveres tirados. Esto significa que la forma en que las autoridades abordan la violencia no toma en cuenta todas las dimensiones del problema. El jefazo de Seguridad Pública también afirmó que el combate a los robos será más efectivo con el cierre de las brechas entre Torreón y Gómez Palacio, pero esto, en el mejor de los casos, es apenas una hipótesis pues ya se ha cerrado una docena de cruces y los robos siguen a la orden del día, quizá porque no todos los malandros transitan entre ambas ciudades, o si lo hacen pueden cruzar por los puentes sin ningún problema. Lo que llama la atención es que un esfuerzo ciudadano por dar un mejor panorama sobre la violencia y el crimen en La Laguna, para tener mejores instrumentos de combate al crimen, sea recibido por esas mismas autoridades con una tanta ligereza. Sobre todo porque en otros estados, como Nuevo León o Sonora, los gobiernos locales en lugar de criticar las cifras, colaboran con los autores de estos monitoreos para ver si mejoran las cosas. Pero aquí eso es mucho pedir.
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Otro que anda medio desconectado de la realidad es el jefe de la XI Región Militar, el general Roberto de la Vega, al comentar que en La Laguna "se ve un ambiente más tranquilo". Lo curioso de esta declaración es el momento en que se hizo, pues el general se aventó su análisis de la situación horas después de que un grupo armado desató un tiroteo para atacar al director del Centro de Readaptación Social y mató a un custodio, y minutos antes de que policías municipales se enfrentaron a balazos con asaltantes en la muy transitada calzada Saltillo 400. Eso sin contar los tres homicidios que ocurrieron después de la declaración o los otros tres que ocurrieron antes. Pero como tres homicidios diarios en Torreón ya son cosa normal, a lo mejor el jefazo militar no andaba tan errado.
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Las inundaciones del viernes en Torreón le van a poner presión al secretario de Gestión Urbana de Coahuila, Óscar Pimentel, que se ha pasado el año intentando meter las manos en la planeación de los municipios de Coahuila, pero sus proyectos no han pasado de simples documentos para darle más facultades al Estado. Ahora tiene una buena oportunidad para proponer soluciones concretas, al menos en lo que se refiere a la ejecución de obras para minimizar los daños causados por las lluvias. Aunque se la pasa elaborando convenios, hasta ahora don Óscar no ha dejado en claro si eso de la regulación urbana va a quedar en el papel o si hay proyectos de por medio, por ejemplo para los drenajes pluviales o las obras de remediación de décadas de pésima planeación urbana, que han dejado a la ciudad como un tazón de sopa cada vez que llueve. Como suele suceder prácticamente cada año, las lluvias sacaron a flote la deficiente calidad de muchas obras de infraestructura urbana sin que nadie se ponga las pilas. A ver si don Óscar empieza por ahí. Por cierto, nuestros subagentes comentan que el funcionario anda buscando aditamentos para una "limpia" que necesita hacer en su oficina, pues para acomodar su changarro de Gestión Urbana, Ordenamiento Territorial y Agua, le entregaron las antiguas instalaciones del Servicio de Administración Tributaria de Coahuila y el secretario se quedó con la oficina que antes era del célebre Javier Villarreal. Dicen que don Óscar ya está ahuyentando las malas vibras del despacho, aunque si por ahí aparecen los archivos de la deuda seguramente los va a quemar con el incienso.
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En el comité municipal del PAN salió el rumor de que el ahora diputado, pero todavía primer compadre Guillermo Anaya había declinado buscar la candidatura a la alcaldía de Torreón para impulsar de nuevo al (próximo ex) delegado de Comunicaciones y Transportes, Jesús de León. Nuestros subagentes no han podido confirmar el rumor, aunque sí han notado un aumento en el nivel de movimiento que don Chuy trae por estos lares. Se dice que don Memo se autodescartó porque trae la mira puesta en grillas de más alto nivel en la recomposición del PAN a nivel nacional y además quiere gozar a plenitud su curul, pues la vez pasada que fue diputado nomás la gozó menos de dos años. También se comenta que quiere disfrutar de una modesta casita en exclusivo fraccionamiento que se está construyendo con el sueldo que cobró en el Senado. ¿Será?
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Los asesores de prensa del gober Rubén Moreira tuvieron un lapsus que bajo ciertas interpretaciones freudianas podrían apuntar hacia los verdaderos afectos del gobierno estatal. Resulta que hace unos días visitó la Urbe de Adobe la activista y excandidata presidencial Patricia Mercado. Tras presumir que doña Patricia ponderó de manera positiva la labor del gober Moreira a favor de las mujeres, el correspondiente boletín identificó a la visitante como excandidata del Partido Nueva Alianza. Como se sabe, doña Patricia fue postulada en 2006 por el partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina, que ya no existe porque en esas elecciones les fue como en feria. Nueva Alianza, como también se sabe, es el membrete propiedad de la maestra Elba Esther Gordillo, que está vivito y coleando como instrumento de chantaje político. O sea, nada que ver el uno con el otro. Minutos después la oficina de prensa del gober mandó el comunicado corregido, pero ese "lapsus" resultó muy revelador.
