Los constantes ataques en contra de la Policía Federal ha aumentado el miedo entre los ciudadanos, ya que si la súper policía del sexenio de Felipe Calderón no puede defenderse que puede esperar el resto de la población. Nuestros subagentes disfrazados de Rambos nos cuentan que al que “se le caía la cara de vergüenza” el pasado viernes en plena sesión de evaluación del Operativo “Laguna Segura” era al responsable de la Seguridad Regional de la Policía Federal, Luis Cárdenas Palomino, mano derecha del jefazo de la corporación Genaro García Luna. Cárdenas Palomino reconoció que en la capirucha del smog tienen muy mal calificados a los agentes que están en Torreón y que han sido blanco de constantes ataques a cualquier hora del día y en cualquier lugar.
Cárdenas Palomino prácticamente vino a conocer la ciudad, a revisar el contexto en que ocurrieron esos ataques, ya que no daba crédito a que la policía mejor equipada del país sea víctima de tantos ataques y ni las manos alcancen a meter. En este contexto el súper policía federal dijo que falta difundir las acciones y logros de la corporación a través de un vocero que permita equilibrar la balanza para que la ciudadanía conozca el trabajo que la Policía Federal está realizando en La Laguna, pero mientras organizan la rueda de prensa, la corporación ya fue víctima de dos ataques más este lunes.
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A pesar de los días de vacaciones que se tomó en las playas de Cancún el teniente Adelaido Flores, radiante director de Seguridad Pública de Torreón, sigue con su postura de ser el chile de todos los moles como resultado del poder ilimitado que le dio el alcalde, Eduardo Olmos, en un afán de mera comodidad. Al jefe policiaco no le ha caído el veinte que debe dedicarse a combatir el robo de vehículos, el asalto a personas y a negocios, en suma todo lo relacionado a la prevención de los delitos. Al teniente parece interesarle más, por aquello de los reflectores, los asuntos del fuero federal y salir con el alcalde en las fotos. Por lo pronto ya no manda en Protección Civil, ni tampoco en la Dirección de Vialidad, para que ahora sí se concentre en su trabajo y de pasada ponga en regla a sus muchachos que gustan andar de “traviesos” con los ciudadanos en vez de atrapar delincuentes.
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Nuestros subagentes nos informan que un total de 2.5 millones de pesos es el faltante en refacciones, radios, llantas, calaveras, acumuladores, espejos y hasta piezas de motor con lo que fueron desvalijadas las patrullas “descompuestas’’ que esperan su turno para ser reparadas en los patios de la Dirección de Seguridad Pública de Torreón. Por ahí se rumora que el equipo de cuatro mecánicos bajo las órdenes del jefazo Raúl Quintero Subealdea, son los responsables de estas pérdidas de acuerdo a una auditoría realizada. Por cierto que esto de afectar el patrimonio público por parte de empleados parece ser el deporte favorito de esta administración municipal, por lo que la pregunta es ¿por qué nadie hace algo y, sobre todo, donde está el súper contralor Lauro Villarreal?
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Cuentan nuestros subagentes disfrazados de meloneros que ni atención, ni recursos, ni visitas de parte del gobernador Rubén Moreira recibe el municipio de Matamoros. Los subagentes que han intervenido los teléfonos de los funcionarios municipales aseguran que las autoridades estatales no se dignan ni a contestarle las llamadas al alcalde Guillermo del Real, a quien tratan como si fuera panista o perredista y no militante del PRI. En este año el municipio no ha recibido la visita del gobernador, quien prometió que haría audiencias públicas en todos los municipios, solo que le faltó aclarar que siempre y cuando esté presente la Comisión de Aplausos, que en Matamoros se ha ido disolviendo ante la falta de obras y apoyos estatales. En este año sólo la Federación ha autorizado recursos extraordinarios al presupuesto asignado a pesar de ser un municipio donde siempre ha gobernado el PRI. En contraparte, el Gobierno del Estado no sólo no ha autorizado ninguna partida extra sino que, al contrario, con los nuevos convenios entre estado y municipio se quedará con gran parte de los ingresos municipales que de por sí son precarios en Matamoros. El descontento entre los habitantes, e incluso algunos funcionarios, cada vez es mayor, sobre todo porque las autoridades estatales sólo se acuerdan de ellos en tiempos electorales.
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La que aprovechó muy bien la ola del Buen Fin fue la alcaldesa de Gómez Palacio, Rocío Rebollo, quien anunció que adelantará parte de los aguinaldos a los trabajadores municipales, lo que representará una erogación aproximada de 15 millones de pesos. Con esto la alcaldesa dio una carambola de tres bandas porque por un lado hizo feliz a los burócratas (aunque la mayoría no desquita el sueldo), por otro da recursos para reactivar la economía del municipio, al mismo tiempo que cayó las voces viperinas que afirmaban que las finanzas de Gómez Palacio eran un desastre, particularmente la del diputado Sergio Uribe que en varias ocasiones ha dicho que el Municipio está quebrado, todo con el fin de allegarse simpatías, ya que sueña con la silla de la alcaldía.
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Cuentan nuestros subagentes disfrazados de intelectuales que en la última reunión mensual de gabinete de Durango, realizada a finales de octubre en La Laguna, el gobernador de la entidad, Jorge Herrera Caldera, dedicó varios minutos de su balance mensual al tema del Festival Cultural Revueltas, que este año tuvo un costo de 18 millones de pesos provenientes de la Federación y el Estado. Sin embargo, el gozo se fue al pozo después de que los medios de comunicación exhibieran que la mayoría de los eventos estelares se realizaron, para no variar, en la capital del estado. Vaya, ni la presentación de Luis Eduardo Aute en Gómez Palacio matizó el descontento. Por este motivo en la reunión se dijo contrariado, sorprendido, por el ya clásico centralismo y se comprometió a instruir a la titular del ICED, Corín Martínez, para que el próximo año el festival cultural tuviera más presencia en La Laguna de Durango, ¿será?
