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Verdades y Rumores

El Agente 007

Fiel a la costumbre de que en este país las obras se construyen una vez, se pagan dos veces y se presumen infinidad de veces, la promoción para el primer informe del gober Rubén Moreira ya está a todo lo que da. La selección de Torreón para la ceremonia refleja lo que nuestros subagentes señalan como una nueva estrategia de don Rubén para reparar el abandono hacia la Comarca Lagunera, aunque queda claro que se va a requerir más que simplemente convertir a Torreón en la “capital” de Coahuila por un día para materializar la política de “consentir” a la región. Se recordará que hace apenas dos años el entonces gober Humberto Moreira escogió esta ciudad para dar su informe de despedida en un magno evento que atrajo a la clase política nacional, lo que en realidad no sirvió para nada, más que saturar el aeropuerto.

Dos años después de aquel magno informe de don Humberto, Torreón continúa sufriendo el descuido en seguridad, obra e inversión, de modo que el gesto del actual gober Moreira deberá ser acompañado por algunas acciones. Como la obra de su primer año de gobierno fue más bien escasa, los estrategas de imagen de don Rubén optaron por algunos reciclados, pero en el entusiasmo se les fue el pequeño detalle de presumir obras que no están terminadas, como la Presidencia Municipal, o que no pudo pagar, como la (Gran) Plaza Mayor, cuyo costo corrió por cuenta del Municipio. Amarrada ya la licitación para que una empresa regiomontana termine el edificio, es probable que en la Urbe de Adobe piensen que finalmente lograron sacudirse el escándalo por la obra, más aún si resulta cierto que el Estado también se deshizo del costo, entregando la propiedad del edificio a la constructora regia para que se lo rente al Municipio durante 30 años, como insisten algunas malas lenguas. Se dice que para aderezar su informe y tratar de revertir la imagen de descuido, don Rubén podría hacer algunos anuncios importantes para La Laguna durante su discurso en el Teatro Nazas, aunque para eso deberá formarse en la fila de los gobernadores que, con una mano adelante y otra atrás, se van a amontonar en Los Pinos a partir del sábado para pedirle al presidente Enrique Peña Nieto un dinerito que los ayude a salir de apuros.

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Por cierto, en los días previos al informe del gober Rubén Moreira, el alcalde Eduardo Olmos sacó a cuadrillas de limpieza al bulevar Independencia a reparar camellones, con el consabido caos vial que se genera cuando esas cosas se hacen en horas pico. Pero lo importante era darle una “manita de gato” a la vialidad, aunque la cercanía con el informe de gobierno llamó la atención de nuestros subagentes, que recuerdan cómo los alcaldes de antaño se ponían como locos a arreglar calles cuando venía el Presidente de la República. Pero seguramente el comentario es producto de sus mentes calenturientas, porque eso pasaba en los viejos tiempos y no en los del “nuevo PRI”, ¿verdad?

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Tras la ceremonia del jueves 29 en Torreón, el gober Rubén Moreira regresará a la peronera capital para entregar su informe al Congreso y luego viajará a la Ciudad de México para apersonarse en la toma de posesión de Enrique Peña Nieto el sábado. En ese lapso, la fortuna le puede sonreir al gober porque mientras se entrega su informe, el presidente electo estará anunciando su gabinete y se dice que la esposa de don Rubén, Alma Carolina Viggiano, tendrá hueso asegurado. Nuestros subagentes comentan que doña Carolina podría incorporarse a la Secretaría de Gobernación que manejará su paisano hidalguense Miguel Osorio Chong, para hacerse cargo de áreas relacionada con derechos humanos o vinculación con la sociedad civil. Lo único que está pendiente de definir es el rango que asumirá doña Carolina, pues eso depende de la forma burocrática que tome Gobernación ahora que se convertirá en una “super-secretaría”. Como la dependencia asumirá las funciones de seguridad pública, doña Carolina podría ser una palanca importante para la atención de las fuerzas federales en Coahuila, particularmente en la Comarca Lagunera. A menos, claro, que su mira esté colocada en cosas más importantes, como la gubernatura de Hidalgo en 2015.

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Al curuleco Guillermo Anaya nomás le quedan cuatro días como primer compadre pero todavía quiere demostrar que trae músculo político en el PAN de Torreón, con la elección de Miguel Batarse como dirigente municipal del partido. En esa posición, don Miguel será el encargado de operar la designación del candidato a la alcaldía el próximo año y su llegada al comité municipal anticipa que el beneficiado sería el todavía delegado de Comunicaciones y Transportes, Jesús de León. Sin embargo, bastante chamba tendrá que hacer don Chuy para sacar la postulación, pues algunos panistas reclaman que, tras perder la alcaldía hace tres años, no aprovechó la inercia que traía para construir una plataforma que le permitiera unir al partido a su alrededor y optó por el cómodo colchón de una delegación federal. Esto significa que el PAN desperdició tres años para lograr la cohesión interna y prolongó las divisiones que se pusieron en evidencia en la elección de la dirigencia municipal con la pugna entre los grupos de don Memo y de los exalcaldes Jorge Zermeño y José Ángel Pérez, que buscaron sin éxito colocar a María Eugenia Cázares como líder panista. Tras el resultado, don Jorge tendrá que buscar la candidatura a alcalde en el comité nacional a ver si desde allá mandan el “dedazo” una vez que Felipe Calderón deje la presidencia. Paradójicamente, aunque don Chuy se colocó en una buena posición para sacar la candidatura, su chamba como delegado de SCT en los últimos tres años es la razón por la cual el PRI quisiera que él fuera el abanderado panista. Dicen nuestros subagentes que en el cuartel tricolor ya le preparan un grueso expediente al futuro exdelegado. ¿Será?

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En su frenética inauguración de obras que no están terminadas, el presidente Felipe Calderón viajó ayer a los límites de Durango y Sinaloa para recorrer tramos de la autopista Durango-Mazatlán. Poco le importó a don Felipe que el túnel más grande de la carretera, llamado “El Sinaloense” todavía no esté listo, porque lo tenía que presumir antes de que, como él dice, la carroza se le haga calabaza. Pero lo más relevante es que el encuentro con el gober de Durango, Jorge Herrera Caldera, fue tenso y frío, según reportan algunos subagentes. Esto se debió a que hace unos días don Jorge se permitió declarar que la administración de don Felipe no le había aportado ni un peso a la autopista, lo cual no debió caer muy bien en Los Pinos, donde presumen la magna obra como gran logro de este sexenio. La afirmación de don Jorge técnicamente es correcta, pues el financiamiento de la autopista se amarró desde el sexenio pasado, y como el hoy gober era secretario de Finanzas del Estado en ese entonces, seguramente quiere reclamar el crédito. Pero claro que el todavía “preciso” no se iba a dejar y dio algunas señales al respecto. Primero mandó colocar un enorme escudo con el logotipo de “Vivir Mejor”, que ha sido el emblema de su gobierno, y luego se tomó una foto del recuerdo en la que se notó la conspicua ausencia del gober de Durango. No contento con esas indirectas, dijo en su discurso que sería “caer en la mezquindad demeritar la aportación del esfuerzo que se ha hecho”. A final de cuentas el gober salió “ganón” porque se le cumplió el deseo de que la obra no quedara terminada en el sexenio calderonista, para que en los próximos meses pueda servir de anfitrión a Enrique Peña Nieto en la magna inauguración. Será interesante ver si en ese momento al gober de Durango se le ocurre decir que el gobierno de don Enrique no le puso un peso a la autopista, lo cual también será muy cierto.

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