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VIDA Y SERVICIO

Dr. Guillermo Rodríguez Rizado

"APROVÉCHALO"

Una historia:

Éste era un ranchero que trabajó arduamente durante varios años y había podido hacerse de dos parcelas, las cuales cultivaba y cuidaba con mucho esmero. Esto le permitió ahorrar un capital y viendo la posibilidad de hacerse de otras parcelas contiguas a las suyas, las adquirió con todo lo que había ahorrado inclusive invirtiendo lo que había recibido ese año por sus cosechas. Su esposa no estuvo de acuerdo en que invirtiera todo el dinero pues pensaba que debía dejar algo para lo que se pudiera ofrecer, pero al fin terco como somos la mayoría de los hombres no hizo caso y pues se gastó todo el dinero. Al acercarse la época de siembra acudió al banco (como también lo hacemos algunos) y solicitó un préstamo dejando como prenda las parcelas adquiridas y con el préstamo adquirió todos los insumos necesarios para la siembra y además se hizo de 5 tractores que le permitirían sembrar y en su momento cosechar con más eficacia sus nuevas tierras. Desgraciadamente una vez preparadas las tierras la lluvia tan esperada no llegó y el río no fue suficiente para regar las parcelas por lo que la cosecha se perdió. Desesperado el hombre vio como los días pasaban y pues si no pagaba iba a perder todo, por lo que se le ocurrió la idea de acudir a un compadre suyo que también era dueño de otras parcelas y pensando que él lo podía ayudar pues se dirigió a visitarlo. Una vez estando ya en el rancho de su compadre le explicó la problemática que padecía, y después de escucharlo atentamente le preguntó; ¿Cuánto tiempo le falta para que le cobre el banco compadre? ¡Tres meses! Respondió angustiado el ranchero, ¿tres meses? ¡Sí, compadre, tres meses! ¡No se preocupe compadre! Pá qué está su compadre si no es para apoyarlo. ¡Gracias compadre! Contestó el hombre y retirándose más animado se dirigió a su rancho para comentarle a su mujer lo acontecido, el tiempo pasó y faltando dos meses el banco ya le había hecho llegar recordatorios de su pago pendiente, por lo que de nuevo volvió a buscar a su compadre, recordándole que si no pagaba el banco lo embargaría. El compadre del ranchero le volvió a interrogar ¿Cuánto tiempo le falta compadre? ¡Dos meses! Contestó angustiado a lo que el casi pariente le respondió ¡no se preocupé compadre! Pá qué están los amigos. Nuevamente animado se dirigió a su casa. Al faltar un mes para realizar el pago, el hombre le dijo a su mujer; - vieja- ya se está acercando la fecha de pago y deberíamos invitar a cenar al compadre, para recordarle y pues voy matando al becerrito que nos queda para agradarlo con una cena y ver si ya me facilita el dinero para pagar al banco. Después de una rica cena a la que en efecto acudió el compadre el ranchero le volvió a comentar que sólo disponía de un mes para el pago. ¿Un mes compadre? -Sí compadre un mes. -¿Cuánto es lo que necesita compadre? ¡Diez millones! Dándole unos afectuosos golpecitos en el hombro al ranchero le contestó; -no se preocupe compadre, pá qué están los amigos, el hombre respiró aliviado y afectuosamente despidió a los compadres. Volvió a pasar el tiempo y faltando tres días para cubrir el adeudo el ranchero se dirigió de nuevo con el compadre, quien lo interrogó, ¿Cuánto tiempo? ¡Tres días! Respondió angustiado ¡no se preocupe! Por fin llegó el tan temido día y los del banco se presentaron en las tierras del ranchero a fin de hacer efectivo el cobro o embargar la propiedad y sus bienes. Corriendo presuroso nuestro personaje se dirigió a toda prisa a ver a su compadre. Lo encontró sentado en la cocina de su finca saboreando un exquisito café, ¡compadre!, ¡compadre! Ya están ahí los del banco, exclamó agitado, ¿ya están ahí compadre? ¡Sí! Pues entonces, ¡ahora sí preocúpese compadre!

Amables lectores, esta historia ficticia sirve para reflexionar sobre lo que muchas veces nos ocurre en la vida, preocuparse significa; ocuparnos con anticipación de lo que puede ocurrirnos en un futuro, (pre, antes) es decir cuando todavía no ocurren las cosas, el mentado compadre sabía de antemano que no era posible que nadie pudiera ayudar al pobre ranchero, por lo que se le ocurrió la idea de animarlo y evitarle días eternos de angustia con lo cual saldría de alguna manera favorecido. Hace años vi una película que les recomiendo que la vean y se llama "Un Viaje a la India" donde un médico hindú se ve envuelto en una peligrosa situación y sólo un maestro de escuela estaba tranquilo ante el destino que le aguardaba a dicho galeno, pero ya no se las platico mejor véanla (espero que les guste). Pero volviendo a lo que nos interesa comentar, nuestra vida está llena de sobresaltos, la situación de vida en nuestro país y ciudad se ve complicada pero de una manera u otra tenemos que salir adelante y muchas veces (aunque no siempre), nos preocupa lo que vendrá el día de mañana, y el mañana (como escuché decir alguna vez), es un cheque sin fondos, pues no hay nada certero en lo que nos pueda ocurrir en el futuro. Otras veces vivimos lamentándonos por lo que no hicimos en el pasado, pero hay que reflexionar que ¡éste ya se fue! y no regresará jamás, lo único que tenemos es el presente de ahí en más no existe nada, lo que te ocurrió hace un segundo o hace 5 minutos o menos pertenece al pasado y ni que decir lo de hace un año, entonces no nos queda más que aprovechar el hoy, el momento, y tratar de ser felices con lo que tenemos, si el día de hoy estás viviendo momentos de angustia, piensa que éstos también se irán pues sólo tienes el hoy ¡aprovéchalo!

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