Muerte. La vicecoordinadora humanitaria de la ONU en Sudán del Sur, Lise Grande, dijo que al menos 46 personas han muerto en los enfrentamientos tribales registrados en el país.
Los últimos episodios de violencia tribal en Sudán del Sur han afectado a más de 120 mil personas y complicado la actuación humanitaria en la zona, destacó la representante de las Naciones Unidas en ese país Lise Grande.
Grande, que se desplazó hasta Yuba, alertó sobre la escalada de la violencia en la región de Jonglei, la mayor de Sudán del Sur, lo que según sus cálculos ha multiplicado el número de afectados.
"Hace sólo dos semanas lanzamos una operación de emergencia masiva para ayudar a 60 mil personas. Tras los últimos ataques, estimamos que necesitará ayuda el doble de personas", expresó la coordinadora de las Naciones Unidas.
En las últimas semanas, los choques se han concentrado en el corazón de Jonglei, donde habitan varias tribus como la Dinka Boor, Anyuak, Jie, Murle y Lou Nuer, que pese a convivir desde hace años en la misma zona se han visto sumergidas en una espiral de violencia desde el año pasado.
ATAQUE RECIENTE
El ataque más reciente tuvo lugar el pasado 16 de enero en la localidad de Duk Padiet, donde 80 personas fallecieron y unas 300 casas fueron incendiadas, según las autoridades locales.
Los recientes enfrentamientos se han saldado con decenas de muertos y miles de desplazados, y amenazan el futuro de la República de Sudán del Sur, que proclamó su independencia en el pasado 9 de julio.
Lise Grande expresó su preocupación por la situación de los centros de salud, objetivos de los ataques, y por las crecientes dificultades que afrontan las organizaciones en el terreno para repartir la ayuda debido a la falta de infraestructuras y la accesibilidad limitada.
