El presidente Felipe Calderón advirtió a Estados Unidos que la violencia desatada por el crimen organizado en México podría llegar a ese país si no frena el tráfico de armas.
Al terminar una reunión con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, Calderón insistió que gran parte del problema de la violencia en México está asociada a la venta de armas.
"Si no se frena el tráfico de armas a México, no sólo será imposible que la violencia termine en México sino incluso puede amenazar el futuro de la propia sociedad norteamericana", dijo en una conferencia de prensa con los otros dos mandatarios.
Calderón pidió al gobierno de Estados Unidos restablecer el control de los rifles de asalto para que no caigan en manos de criminales.
Aunque reconoció que la administración de Obama ha sido más activa en este tema, dijo que México no aceptará operativos que trafiquen armas en la frontera, en referencia al operativo "Rápido y Furioso", que perdió miles de armas que supuestamente rastreaba el gobierno de Estados Unidos.
Calderón, Obama y Harper se reunieron ayer en Washington para revisar la agenda común en temas como seguridad y comercio en la Cumbre de Líderes de América del Norte.
Obama dijo que México ha pagado "un precio muy alto" por el combate al crimen organizado y reconoció que la violencia también afecta a Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos, que busca la reelección este año, dijo que espera poder tener una buena relación con cualquiera de los candidatos que gane la Presidencia de México en julio.