Los científicos han descubierto que el uso de bacteriófagos podría ser efectivo para acabar con la bacteria que ocasiona el acné. ARCHIVO
El acné es una enfermedad inflamatoria de la piel que se ocasiona por una infección bacteriana que espera la circunstancia ideal para aparecer cuando el sebo (el lubricante natural que hidrata la piel) se queda atrapado debajo de esta.
Para tratar esta enfermedad existen diversas terapias, incluidos medicamentos, sin embargo no se asegura su seguridad a la par de su eficacia y viceversa, pues algunos tratamientos acaban también con las bacterias buenas en su intento de acabar con las malas.
Ofreciendo una nueva alternativa al tratamiento del acné, investigadores de la Universidad de California y la Universidad de Pittsburgh realizaron un estudio en el que, según información de la BBC, encontraron 11 diferentes tipos de virus de la familia conocida como bacteriófagos, que muestran buenos resultados contra la enfermedad.
Los bacteriófagos, que viven en la piel de forma natural a través de un virus, contrarresta el efecto de la bacteria que causa el acné gracias a la producción de una enzima llamada endolisina que actúa descomponiendo las paredes de la bacteria.
Lo más importante es que los bacteriófagos únicamente actúan sobre la bacteria que causa el acné y no sobre las demás de naturaleza 'buena'.
Ante el descubrimiento, los científicos se muestran optimistas por lo que creen puede ser una nueva terapia efectiva y segura que acabe con el problema del acné que estigmatiza a tantas personas alrededor del mundo.
^AC