La visita de Andrés Oppenheimer a la ciudad de Gómez Palacio, es una buena oportunidad de reflexión para los ciudadanos de la Comarca Lagunera, en cuanto al rumbo de la política en nuestro país y en el Conteniente Americano.
La presencia del visitante obedece a una invitación de la Universidad La Salle, como corresponde a los timbres académicos del periodista, egresado de las universidades de Buenos Aires y Columbia, ganador del Premio Pulitzer y editorialista del Miami Herald.
Oppenhemier es un periodista argentino especialista en temas de América Hispana, que ha hecho la crónica del desarrollo del subcontinente en los últimos veinticinco años, desde una posición de compromiso con el proceso democrático de nuestros pueblos, con la economía de mercado y con la libertad de empresa. Tal compromiso abarca de manera particular el tema educativo como indispensable detonador del desarrollo humano.
Autor de varios libros entre los que se encuentra ¡Basta de historias!, el personaje que nos ocupa desnuda la obsesión latinoamericana por el pasado, como lastre que impide avanzar al futuro y critica la existencia de dogmas ideológicos que son un pesado lastre para el progreso de nuestros países, y que son sostenidos por conveniencias inconfesables, para preservar intereses particulares o de grupo, arraigados en la demagogia y el populismo.
En el libro mencionado, el autor se ocupa del tema educativo y hace una crítica devastadora del sindicato de profesores que en México dirige la profesora Elba Esther Gordillo, a cuyo sistema señala como el lastre que impide el desarrollo de la educación en nuestro país.
Respondiendo a una tendencia mundial en boga, Oppenheimer reitera la necesidad de reorientar la educación hacia el conocimiento de las ciencias exactas, con el objeto de ofrecer a los egresados de las escuelas y universidades opciones reales de empleo, en un mercado de trabajo saturado de profesionistas en las llamadas disciplinas humanísticas, y que al mismo tiempo, demanda individuos preparados en habilidades tecnológicas.
La Universidad La Salle es parte de una propuesta vigente desde hace trecientos años, que en la actualidad cuenta con setenta y seis mil profesores que atienden a casi un millón de alumnos en los cinco continentes y su característica fundamental es la capacidad histórica de innovación de los sistemas educativos, lo cual resulta congruente con el apoyo y difusión de la propuesta de Oppenheimer.
El fundador de la orden San Juan Bautista de La Salle (1651-1719) es el creador de la educación en grupo y del salón de clases como lo conocemos; de la escuela secundaria y de la escuela normal para formar profesores. El sistema lasallista lucha por la formación del hombre individual y colectivo en su síntesis integral, compuesto de cuerpo y espíritu, y el enfoque particular en virtud del cual Oppenheimer propone la orientación tecnológica de la educación, constituye un énfasis apropiado a la época y circunstancias actuales, que la capacidad innovadora del sistema hace suyo.
En el tema político la presencia del visitante cobra singular importancia, en un momento en que los países de la región se debaten en un proceso que tiene dos vertientes. Por una parte la democracia que se pretende construir a base de ciudadanos libres y el extravío del populismo en el que el líder formal, personal o de partido, una vez que son elegidos en democracia degeneran en dictadura a partir de la disposición ilimitada de recursos públicos que les permiten eternizarse en el poder, mediante la manipulación electorera de los programas sociales de combate a la pobreza.
Lo anterior genera un círculo vicioso, porque el gobierno autócrata es el primer interesado en mantener a las masas en condición de pobreza e ignorancia, porque son esas muchedumbres las que garantizan la permanencia del déspota en el poder y hace preguntar a los ciudadanos pensantes: ¿Cómo es posible que en Venezuela, Argentina, México, etcétera, haya gente que siga votando por tal o cual personaje o partido?