Difícil perspectiva. La líder del Fondo Monetario Internacional reconoció que el actual panorama económico es riesgoso e incierto. (EFE)
El mundo atraviesa actualmente una "crisis triple: una crisis económica, una crisis ambiental y una creciente crisis social", dijo ayer la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
"La economía mundial sigue convulsionada por la turbulencia, con perspectivas inciertas para el crecimiento y el empleo", mientras "el planeta se está calentando rápidamente, con consecuencias desconocidas y posiblemente nefastas en el futuro", refirió.
Además, "en demasiadas sociedades, la brecha entre ricos y pobres se está ampliando y las tensiones se están volviendo más violentas", enfatizó Lagarde.
La dirigente del organismo multilateral realizó sus declaraciones de cara a la cumbre de la Tierra Río+20, que se llevará a cabo la semana próxima en Río de Janeiro, Brasil.
Con respecto a la crisis económica global, sostuvo que 200 millones de personas están desempleadas, de las cuales 75 millones son jóvenes que "están tratando de dar su primer paso en la escalera del éxito".
Lagarde aseveró que en las economías avanzadas, especialmente de Europa, las autoridades "deben tomar medidas decisivas para librarse de la crisis", lo que incluye reactivar la demanda.
Consideró que los países europeos deben asegurarse además de que las medidas que se tomen hoy para impulsar la demanda, mañana sean propicias para el desarrollo sostenible.
Por otro lado, la directora gerente del FMI sostuvo que a la mayoría de los países en desarrollo les está yendo relativamente bien, por lo que "constituyen una fuente de solidez y estabilidad".
"Pero si las condiciones de las economías avanzadas continúan deteriorándose, estos países afrontarán un enfriamiento de la economía", advirtió.
Recomendó que los países en desarrollo "deben preparase, para reconstruir los márgenes de maniobra para aplicar políticas anticíclicas que les resultaron tan útiles durante la crisis".
Piden reforma
La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó hoy que la operación de ayuda a la banca española conllevará "por supuesto una condicionalidad", aunque será "diferente" a la de los rescates que afectan al conjunto de un país.
La jefa del Gobierno alemán valoró las reformas introducidas en los últimos meses por el presidente del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, y calificó de "correcta" la decisión de Madrid de acudir a la ayuda financiera europea para sanear su sistema bancario.
Merkel explicó que las consecuencias de una "burbuja inmobiliaria de diez años" no las puede afrontar una nación en solitario y por tal motivo le darán todo el apoyo a España.
Bajan calificación a 18 bancos españoles
La agencia de medición de riesgos Fitch ha aplicado una bajada masiva de la calificación de la deuda a largo plazo de 18 bancos españoles, después de que ayer recortara en dos escalones la de los dos mayores grupos, el BBVA y el Santander.
Justifica su decisión en la propia bajada de la calificación de España la pasada semana, y en el posible deterioro de la cartera crediticia de algunos bancos si la situación económica empeora.
"Es particularmente cierto para aquellos bancos cuya cartera crediticia está fuertemente expuesta al sector de la construcción e inmobiliario, y a los que tienen una escasa base de capital", señaló Fitch. De todas estas entidades, las que sufren un mayor recorte por parte de Fitch, de dos escalones, han sido CaixaBank y La Caixa; KutxaBank y BBK Bank CajaSur.