Por tercer día consecutivo Saltillo se convierte en escena del crimen organizado, donde cuatro personas perdieron la vida a causa de las balaceras que hubo durante casi tres horas en diversas calles y bulevares de la ciudad.
En medio del caos vehicular, escuelas cerradas y un juego de beisbol suspendido, desde las 16 horas del día de ayer, en Saltillo se dejó sentir el pánico por varias calles de la ciudad, donde se escucharon las sirenas de las patrullas y las ambulancias.
Alrededor de las cuatro de la tarde, la Fiscalía General del Estado activó el Código Rojo en la ciudad, debido a que elementos de los denominados Grupos GATES fueron agredidos por parte de un grupo armado, por lo que se inició una persecución por las calles Emilio Carranza, Francisco Murguía y Pedro Ampudia.
Según se informó, los presuntos delincuentes se enfrentaron a balazos con agentes de la policía en la calle Ignacio Ramón, donde consecutivamente se generó otro ataque en contra del hospital Muguerza, al norte de la ciudad, que dejó como saldo una persona lesionada, ya que presuntamente un comandante disparó contra este hospital.
La primera persecución se llevó a cabo en las calles de las colonias Guayulera, Valleverde, La Maquinita y Landín, donde elementos del Ejército y del Grupo de Armas y Tácticas Especiales cerraron las calles, por lo que varias combis que transitaban por este rumbo tuvieron que ser desviadas, lo que provocó congestionamiento durante varios minutos.
Momentos más tarde fueron reportadas detonaciones en las calles de Venustiano Carranza, donde según testigos de la zona se escucharon granadazos. Después las balaceras se extendieron hacia el bulevar Colosio y Musa, así como hacia la carretera a Torreón a la altura de la Fiscalía General del Estado.
Por otra parte, momentos de pánico vivieron los jugadores y aficionados del beisbol en el estadio Abraham Cúrvelo, cuando hombres armados y militares protagonizaron una persecución y enfrentamiento afuera del lugar mientras se desarrollaba un juego amistoso entre los equipos Saraperos y Saraperitos de Saltillo.
Según versiones extraoficiales, eran apenas las cuatro de la tarde en el interior del estadio cuando se escucharon las detonaciones, donde tanto jugadores como aficionados se tiraron al piso para evitar ser alcanzados por las balas. Sin embargo, el camión de los Saraperos fue impactado cerca del parabrisas por varias balas perdidas. Por fortuna no se reportaron personas lesionadas. Además detallaron que los presuntos delincuentes iban a bordo de varios vehículos: un Malibú gris, una Windstar color oro, una Tacoma gris y un BMW color café.
Con junto a ello la UA de C reportó a través de su cuenta de Twiter la suspensión de actividades del horario vespertino en algunas de sus escuelas, la Universidad Valle de México (UVM) cerró sus puertas ante la alerta, así como el Tecnológico de Monterrey campus Saltillo.
Ante estos hechos, el Vocero de seguridad Sergio Sisbeles, confirmó la muerte de cuatro presuntos delincuentes y un lesionado; también se aseguraron tres armas largas y una camioneta Pick Up.
Finalmente, alrededor de las 6:40, a través de las redes sociales de las dependencias encargadas de la seguridad, se reportaron cuatro personas sin vida, un lesionado, además del aseguramiento de tres armas largas y una camioneta Pick Up.
Susto. Varios jugadores de beisbol se ocultaron tras escuchar impactos de bala afuera del estadio.
