Vive, viaja y descubre
La rutina es como ir por un camino y emprender un viaje es levantar la vista y apreciar el esplendor que te ha rodeado todo este tiempo y simplemente has olvidado observar. La vida siempre es secreta y misteriosa y un viaje es la ocasión perfecta para empezar a descubrirla con todos los sentidos. El sentimiento de aventura revive el alma, el aire a novedad relaja y rejuvenece; da un nuevo panorama de realidad y permite apreciar una vez más la rutina y forma de vida habitual al regresar. Viajar es como ser niño otra vez, recuperar la capacidad de asombro y volver a impresionarse con el mundo.
La aventura está aquí ¡México lindo y querido!
¿Para qué añorar viajar a otros países cuando desconocemos el propio? México es poseedor de muchísimas maravillas consideradas patrimonios mundiales que los mismos mexicanos ignoramos, tanto obras hechas por la naturaleza como hechas por el hombre. El producto del talento mexicano es un arte único y colorido, y contrario a lo que el sentido malinchista pudiera indicar, está a la altura de cualquier artista extranjero. Es fácil tener acceso a murales, esculturas, joyería, pinturas y estructuras hechas por artistas como Frida Kahlo, Clemente Orozco, Diego Rivera, Rodo Padilla, Luis Barragán (por mencionar algunos), y cientos de artesanos desconocidos y anónimos en las calles de nuestro país.
La magia que los turistas extranjeros, encuentran en nuestro lenguaje, colores, folclor, gente y sabores es algo que tristemente perdimos, se nos olvidó apreciar por sentirlo común y ordinario. Viajar por México invita a encontrar personajes y amigos nuevos, lo cual es diversión garantizada. Recomiendo altamente conversar con gente que trabaja en los hoteles, puestos, restaurantes y museos visitados pues, siempre recompensa con anécdotas, leyendas y porqué no ¡hasta descuentos!!
Es hora de explorar cielo, mar y tierra
¡Viajar y no convivir con la naturaleza no es viajar! Dependiendo del ecosistema o zona en la que se desenvuelva la aventura serán las actividades que se puedan realizar, sin embargo siempre habrá algo extremo o relajante que hacer. Aquí te presentó algunos consejos para viajar por cielo, mar y tierra, sin embargo antes de empezar, el más básico es: Nunca ir en contra de la naturaleza, siempre será inútil, es una lucha perdida y dolorosa, lo mejor es fluir con ella y dejarse envolver por su magia, eso sí, siempre guardándole el debido respeto y miedo que se merece (nadie quiere ser parte de esos programas de sobrevivientes que cuentan su rescate).
Mar
Por que hasta las gaviotas aprenden a convivir con las personas en las costas, es fácil apreciar naturaleza salvaje con alma doméstica. El mar es tan grande y poderoso que logra callar pensamientos para inundar la mente con música de olas, para borrar las caras de la gente, las escenas que queremos olvidar y llenar los ojos con azul cielo y azul mar. Representa diversión a un clavado de distancia. Para que al regresar a tierra firme el resultado sea permanecer envueltos en una burbuja de frescura, labios salados y cabello enmarañado, una experiencia que no tiene precio.
La arena es un excelente exfoliante, estando en la playa es momento de renovar la piel, sin embargo, no hay que llevar esto al extremo. Eso de darte una empanizada en arena no siempre es muy agradable, gracioso para el espectador pero doloroso para la víctima (aguas con la arrastrada!!! Ahí viene la ola!! ). Además realizar alguna actividad como snorkel, manejar moto acuática, buceo, surf, entre otras, da el toque perfecto de emoción.
Cielo
Esto es especial para quienes no temen a las alturas. Existen actividades como el paracaidismo y hasta se pudiera considerar subir a algún teleférico para los más tranquilos. La maravilla de las alturas radica en poder ver el mundo desde una perspectiva inusual para nuestros ojos con un toque de adrenalina. Incluso trasladarse en avión de un lugar a otro es toda una experiencia que inicia desde el arte de hacer maletas (eso de respetar pesos y contenido no es lo más fácil del mundo) hasta tener un momento de introspección y reflexión en el camino.
Tierra
Porque antes de que existieran las “alas” lo más básico fue caminar, seguir el camino paso a paso. Explorar un lugar nuevo a pie, da tiempo al turista de observar detenidamente y vivir la experiencia con detalle. Algunos consejos son:
•Consumo de agua, calcular el punto perfecto. Hay que hidratarse pero recordar que el hecho de “turistear” no es tan amigo de ir al baño constantemente; no siempre es fácil encontrar un lugar adecuado para esto.
•Apuntar las calles. Es importante observar las referencias y todo lo que indique el camino de regreso al lugar de hospedaje o lugar final.
•Anunciar la nacionalidad. Esto ayudará a ahorrar unos cuantos pesos ya que el precio a turistas extranjeros en ocasiones puede hasta ser el doble del precio a locales.
¿Y sobre ruedas? La magia del roadtrip está escondida en los paisajes que se aprecian desde la ventana del vehículo y el ambiente que su misma tripulación ha creado (hay que asegurarse de llevar música que acompañe el momento). Viajar en carretera permite explorar detenidamente puntos que no son de fácil acceso al no estar establecidos en una ciudad, se pueden encontrar los llamados “pueblos mágicos” y sin duda apreciar el atardecer, amanecer o las estrellas a cielo abierto, sin polución citadina o luces que contaminen el panorama, es algo que no se ve todos los días para quienes habitamos en un sitio urbano.
Consejos básicos
Cargar en un bolso pequeño: Pastillas para dolor de cabeza y estomacal, curitas, gel antibacterial, papel higiénico, bloqueador.
Cámara fotográfica. Hay que ser prudente dónde y cuándo llevarla, además las fotos mentales son incluso mejores, basta con cerrar los ojos y recordar.
Avísale a alguien que existes. En caso de perder el camino o algún accidente alguien puede notar tu ausencia e ir a tu rescate.
Infórmate antes y después sobre el lugar a visitar para no perder ningún detalle una vez estando allí.
Tomar y comer lo típico
Hacer un presupuesto e itinerio ayuda a disfrutar el viaje sabiendo qué actividades se apegan al plan en cuanto a tiempo y cantidad.
Llegó la hora de decir “adiós”
La tristeza de la despedida y la nostalgia anticipada, nostalgia prematura, el miedo al adiós es inevitable cuando un la aventura ha sido placentera. Sin embargo, el pensar en la comodidad del hogar despierta el sentimiento acogedor de la rutina y lo habitual. Lo importante es, regresar con una actitud divertida y renovada pero sobre todo… planear cuál será el siguiente destino para las próximas vacaciones.