Reviven la Pasión. El Vía Crucis de la colonia Jacobo Meyer se presentó por trigésima ocasión en el cerro del Cristo de las Noas, ante una gran cantidad de feligreses, que superó a la asistencia registrada el año pasado.
Fe y devoción llevaron a más de 20 mil laguneros a presenciar el Vía Crucis viviente del cerro, en una de las zonas de mayor riesgo en la ciudad, que ayer, por un par de horas, fue Jerusalén.
En el Viernes Santo, el cerro de las Noas se llena de fieles que buscan purificar sus almas a través de mandas, rezos y el acompañamiento del Vía Crucis de la colonia Jacobo Meyer, que cumplió 40 años, los últimos 30 han llevado la representación al cerro.
Turistas locales y extranjeros, familias de escasos recursos y gente de clase acomodada se fusionaron en un solo grupo que rodeaba a los actores y rezaba acompañando al obispo de Torreón en cada una de las 14 estaciones.
Las 14 estaciones iniciaron, como ya es tradición, en la calzada de los Misterios, donde Jesucristo apareció en medio de sus custodios, descalzo, con el sudor corriendo por su rostro, y con la intención de subir más de un kilómetro de camino para llegar al Santuario del Cristo.
En su cabeza, una corona de espinas. El actor, Federico Núñez, está muy nervioso, sus manos tiemblan y aprieta fuerte la cruz de 45 kilos que colocaron en sus hombros, donde será crucificado en lo alto del cerro.
El sol quema y los rezos de los feligreses se interrumpen por los gritos de los vendedores ambulantes que ofrecen desde aguas y gorras, hasta papalotes.
Cristo es condenado a muerte, recibe azotes mientras avanza, los niños se asustan, las señoras entrecierran los ojos con cada golpe, pero Federico sigue caminando, junto a todos los católicos que le acompañan en la procesión.
Los golpes son reales y el dolor también. Jesús tiene la espalda flagelada por los azotes y las rodillas rojas por las tres caídas que sufre a lo largo del recorrido.
Cuando Cristo es crucificado, los feligreses callan, se detienen y observan el triste cuadro. El nazareno muere y los soldados bajan el cuerpo lastimado de la cruz, mientras los asistentes rezan.
Cristo es colocado en el sepulcro en la XIV estación y el Vía Crucis termina, reportando un 30 por ciento más asistentes que el año anterior.
Jesús García, el actor que por 39 años dio vida a Jesucristo, dejó en su lugar a Federico Núñez, un joven de 32 años, pero siguió participando en el Vía Crucis, ahora como el apóstol Juan.
García, de 58 años, dijo que era necesario dar paso a las nuevas generaciones, además de que se lastimó una rodilla en su oficio de carpintero, pero quiso acompañar al nuevo Jesucristo en su recorrido.
Cumple 70 años
El Vía Crucis de la parroquia de Santa Rosa de Lima, de Gómez Palacio, el más antiguo de la Comarca Lagunera, reunió ayer a más 5 mil personas en su representación número 70.
Fueron 420 voluntarios y 250 elementos de Transito y Vialidad, Policía Municipal, Protección Civil y Cruz Roja, los que se encargaron de la organización y vigilancia del desarrollo del recorrido.
En el Vía Crucis participaron más de 60 actores que se prepararon por cuatro meses para la representación número 70. El recorrido de 2.5 kilómetros comenzó a las 10:20 de la mañana de ayer y finalizó poco después del mediodía sin incidentes de gravedad.
Participan los jóvenes
Como desde hace más de dos décadas, ayer un grupo de jóvenes de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, de Lerdo, revivieron la pasión y muerte de Cristo.
Aunque la cita fue a las 11:30 frente a la parroquia, decenas de familias arribaron al lugar desde temprano para no perder detalle de la escenificación.
En este punto se realizó la representación de las dos primeras estaciones del Vía Crucis. En la primera de las 14, Jesús fue condenado a muerte. En la segunda, Jesús carga la Cruz. Después el recorrido rumbo a la iglesia del Cerrito inició con fervor por parte de los fieles que se unieron al contingente.
