Tendencia. La industria de la construcción de vivienda de interés social en el país pretende darle continuidad al crecimiento que ha registrado en los últimos 6 años y, con la verticalidad intraurbana, intenta también otorgar mayor calidad de vida. (EL UNIVERSAL)
Con una tendencia a la verticalidad, la industria de la construcción de vivienda de interés social en el país intenta darle continuidad al crecimiento que ha registrado este sector en los últimos seis años, sobre todo ahora que dentro de sus principales objetivos estará presentarle a la nueva administración su estrategia para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, la cual consistirá en construir casas más integradas a centros urbanos y decir adiós a los proyectos habitacionales alejados de los polos de desarrollo y de los centros de trabajo.
Sin embargo, la especulación y el incremento en el costo de la tierra son variables que tendrán que sortear empresarios del ramo toda vez que impactan al sector de la vivienda al momento de prospectar y dar vida a un nuevo proyecto.
Para estos empresarios no "pinta" que esta industria aporte 4% del Producto Interno Bruto (PIB), ni que tenga una vinculación directa con 37 de los 72 sectores productivos de la industria privada nacional, o la generación de siete millones de empleos directos e indirectos al año.
Para Flavio Torres Ramírez, presidente de la Cámara Nacional de la Vivienda (Canadevi), la industria está lista para no detener el crecimiento que ha registrado.
El presidente de la Canadevi durante la entrevista asegura que sostuvo reuniones con los cuatro candidatos presidenciales con el propósito de entregarles información sobre el sector y decirles que: "esta industria tiene un valor de 260 mil millones de pesos y un beneficio social para los trabajadores y sus familias que adquieren una vivienda".
Sabemos, agrega, que la industria tiene que proponer nuevas estrategias y se tiene que modernizar, por ello, "estamos mejorando la calidad de la vida de los ciudadanos con una mejor producción de vivienda que caminará hacia la verticalidad produciendo vivienda más integrada a centros urbanos".
No obstante, lamenta que hasta hace algunos años desarrolladores detonaron proyectos de vivienda alejados de los centros urbanos; "pero ahora vamos a tener vivienda con más movilidad, mayores estudios de comunicación y tratar de ir a la vivienda intraurbana principalmente".
El presidente de la Canadevi reconoce que los desarrolladores deben atender la gran necesidad de vivienda que existe en el país bajo la premisa de que se tiene que ir ampliando las expectativas y las condiciones de vida de los ciudadanos.
Aunque aclara que los desarrolladores tienen que enfrentarse al problema de la especulación en los precios de la tierra.
"Lamentablemente donde llega un empresario y desarrollamos un proyecto de vivienda se eleva considerablemente el costo de la tierra y genera un impacto negativo en su precio final; pese a ello se busca mejorar la calidad de vida de los beneficiarios de vivienda de interés social a través de la verticalidad".
Datos de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), de 2000 al 2010 se otorgaron más de 9 millones de créditos y subsidios para la adquisición y mejora de vivienda, junto con una inversión de 2 mil 300 millones de pesos, equivalentes al 4.4% del PIB en 2010.
De acuerdo con estimaciones de la Canadevi, se prevé entregar más de 650 mil viviendas nuevas anuales hasta 2015, además de acciones de financiamiento para mejoramiento y autoconstrucción; manteniendo la continuidad en evolución del mercado hipotecario mexicano fortaleciendo a organismos nacionales de vivienda para ofrecer 20.3 millones de soluciones habitacionales hasta 2030.
MÉRIDA, LABORATORIO DE LA VERTICALIDAD
Describe que uno de los primeros proyectos de la llamada verticalidad están proyectados en Mérida, cuyas características geográficas son parecidas a la superficie de la zona conurbada de Guadalajara, Jalisco; "solo que en Guadalajara hay 5.5 millones de habitantes, mientras que en Mérida hay poco menos de un millón, sin embargo la autoridad tiene que darle mantenimiento a esa zona conurbada tan grande con una población de menos ingresos, creo que es el momento de iniciar la verticalidad intraurbana, dará más calidad de vida porque ya hay servicios, infraestructura; podemos darle un poco más de calidad o más metros a los departamentos, a la vivienda multifamiliar".
Según el diagnóstico de la Canadevi denominado Vivienda, el motor estratégico de México refiere que el nuevo modelo de vivienda sustentable que se estará aplicando, define el crecimiento ordenado de las ciudades aprovechando el suelo "intraurbano, promueve la verticalidad, y genera más vivienda con infraestructura, servicios y transporte suficiente, mejorando la calidad de vida de familias".
Con ello, los Desarrollos Urbanos Integrales Sustentables (DUIS) tienen como objetivo satisfacer las crecientes necesidades de vivienda de manera ordenada y con viabilidad social, promoviendo la calidad de vida de los ciudadanos, protegiendo el medio ambiente y fomentando un entorno sustentable.
Con los llamados DUIS, se han establecido proyectos de redensificación y proyectos mixtos en los que participan los gobiernos federal, estatal y municipal, así como desarrolladores y propietarios de tierra, que puedan integrarse al desarrollo urbano.
Según estimaciones de la Comisión Nacional de Vivienda este tipo de medidas prevén que para este año se concluirá con poco más de un millón de acciones de vivienda, lo que supondrá un recurso crediticio por más de 246 mil millones de pesos para fondear los más de 721 mil financiamientos y los más de 279 mil subsidios programados para todo el año.
PANORAMA INTERNACIONAL
Según el Buró de Censos de Estados Unido y el Banco Mundial ubican a México es el segundo mayor mercado de América Latina y el undécimo a nivel mundial, y se coloca además como la economía 13 a nivel mundial y genera más del 20% del PIB de América Latina y el Caribe.
Según estos organismos, México ha logrado importantes avances que le permiten ofrecer un entorno macroeconómico estable, una inflación controlada congruente con su meta de 3%, bajas tasas de interés que se traducen en incentivos para la inversión empresarial y el gasto del consumidor, un peso fuerte, finanzas públicas sanas y un sistema bancario bien capitalizado.
En ese mismo sentido, el Censo Nacional de Población y Vivienda elaborado en 2010 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), arrojó que en la primer década de este siglo en México se han construido más de 6.7 millones de viviendas completas actualmente habitadas, dando acceso a 26 millones de mexicanos a una vivienda digna.
En cuanto al desarrollo social del país, el sector es el gran promotor del patrimonio familiar. Del mismo modo, en la siguiente década, el sector dará hogar a 30 millones de mexicanos creando una nueva clase media pujante, siendo así una de las industrias con el mayor impacto social en México, refiere el INEGI.
