Seguido escuchamos comentarios sobre lo "injusto" que es el futbol, sobre todo cuando gana un equipo que pensamos "no lo merecía". Nada como una ventaja clara en el marcador, producto de un mejor funcionamiento en la cancha, para que no quede la menor duda.
El futbol de cada equipo es subjetivo, el marcador no, aunque muchas veces influyen diversos factores en él.
Ayer, España no dejó lugar a ninguna duda. Desde el inicio se fue al frente ante Italia, marcó un gol en una jugada relampagueante y luego aguantó la reacción del rival.
Casillas rechazó todo el peligro que tocaba su puerta. Luego, un preciso y largo trazo de Xavi a Jordi Alba terminó en el segundo.
Con la desventaja 0-2 vino la desventura de unos italianos cansados y lesionados.
Thiago Motta dejó el campo cuando le quedaba media hora al encuentro, casi acababa de ingresar para poner orden en el cuadro azzurri... ahí se terminó la historia.
Los goles de Torres y Mata fueron mero adorno para la victoria de la "Furia Roja".
No cabe la menor duda, España es la mejor selección del mundo. Dosificó sus alcances hasta el partido final, donde no se guardó nada, pero sin perder un estilo definido que les ha dado ya dos Eurocopas y un Mundial.
Tampoco queda duda de que este es el torneo de naciones de mejor nivel que hay, por encima de la Copa del Mundo, Copa América, Copa Oro, Copa Africana o Copa Asiática.
Las dos semifinales fueron un exquisito platillo para los amantes del deporte más popular. Dos partidos distintos: en el España-Portugal no vimos goles, y tras 90 minutos de tensión, las emociones se multiplicaron en los tiempos extras y penales. Fueron noventa minutos de preparación para llegar al clímax.
Mientras en el Alemania-Italia la explosividad palpitó en cada instante del encuentro. Con unos alemanes orgullosos víctimas de sus propios errores, pero que no dejan de luchar nunca. Con unos italianos fríos y calculadores y su inspirado Balotelli.
Hoy, el futbol se hace justo y sus protagonistas así lo aceptan. Ya no quedan dudas. Voltear hacia el futuro nos promete un Mundial alentador: Italia, Alemania, Uruguay y Argentina buscarán revancha en Brasil 2014.
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