Con la esperanza. Así luce el estanque del ejido Jococa, es uno de los que más fueron favorecidos con la lluvía registrada en la serranía cercana a la carretera San Pedro-Cuatro Ciénegas, pero para que éste mantenga humedad tendría que llover en los próximos cinco días, sino éste se secará.
"Si llueve más, pronto, la sequía se llegará a olvidar como se olvidó el éxodo campesino del año de 1968, cuando más de 15 mil sampetrinos tuvieron que emigrar a la comunidad de Puerto de Ventanillas para refugiarse de la avenida del río", comentó Leobardo Torres Escobar, presidente de la Asociación Ganadera de San Pedro de las Colonias.
Un grupo de miembros de la Asociación Ganadera realizó un recorrido por las tierras de las comunidades de Puerto de Ventanillas, Jococa y el Valle de las Delicias, con el objetivo de revisar los resultados que dejaron las escasas lluvias que se registraron hace 10 días.
Según las autoridades Estatales y Federales, desde la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), así como la Secretaría de Desarrollo Rural de Coahuila y la dirección de Fomento Agropecuario de San Pedro, la sequía poco a poco se está terminando sobre todo por las lluvias que se registraron en los últimos días.
Sin embargo, para los ganaderos y caprinocultores de San Pedro, en la región la sequía permanece, pues las lluvias que cayeron hace poco, sólo dejaron pocas captaciones en los estanques, agua que de inmediato se evaporó y que sólo permitirá un crecimiento corto para los pastizales, mismos que para la segunda quincena de noviembre se quemarían con la primera helada que llegue de la temporada de Otoño.
EN EL RECORRIDO
El Siglo de Torreón acompañó a los Ganaderos y Caprinocultores a su recorrido hacía dichas comunidades que se ubican sobre la carretera San Pedro - Cuatro Ciénegas, en donde podrían encontrarse varios estanques naturales con algunas captaciones de agua, sobre todo por que la dirección de Fomento Agropecuario de San Pedro había anunciado una buena captación del líquido con las lluvias registradas hace más de 15 días.
En el camino, los productores bovinos recordaron que hace más de 44 años, el 13 de septiembre de 1968, caminaban a un lado de sus padres, que a su vez llevaban sus cosas cargadas en caballos o carromatos hacia Puerto de Ventanillas, esto luego de que a través de la radio (la estación XEDN de Torreón) se les pedía desalojar el pueblo de San Pedro y refugiarse en las partes altas, debido a que la presa Lázaro Cárdenas, (El Palmito) podría "reventar" de una de las cortinas, por lo que miles de sampetrinos abandonaron sus viviendas para vivir durante cinco días en las faldas de los cerros, en donde el terreno era muy irregular y con mucha piedra.
Al llegar al kilómetro 245 de la carretera San Pedro-Cuatro Ciénegas, se observan algunas alfombras verdes en los llanos, ésto luego de pasar kilómetros y kilómetros completamente de llano seco.
Luego de las lluvias de hace varios días, sólo a la altura de algunos cuantos kilómetros de la carretera se pueden observar pequeñas extensiones de alfombras verdes, pastizales que han sido resultado de la poca humedad dejada por las precipitaciones. Muy cerca de las alfombras de pastizales y de la propia carretera, se puede llegar a un estanque, el cual pudo llegar a tener un metro de profundidad en una extensión de 50 metros de diámetro que ya comienza a evaporarse o absorberse.
Ahí, los caprinocultores explicaron que el pastizal y la humedad de ese estanque es sólo un respiro para sus animales, sin embargo, no es alimento suficiente, pues no cuentan con el tamaño suficiente y de no registrarse lluvias en los próximos días, ese "alimento" podría secarse nuevamente.
'NADIE SABE PARA QUIÉN TRABAJA'
Al continuar con el recorrido, ya en territorio del ejido Puerto de Ventanillas, el presidente de la Asociación Ganadera, Leobardo Torres Escobar, se dijo contento por la aparición de pastizal en los llanos, pero explicó que es muy difícil que los caprinocultores logren trasladar diariamente a sus animales hasta esos predios para que éstos coman, pues las precipitaciones que se registraron en esa área del municipio no fueron las mismas que se registraron en la cabecera municipal y comunidades aledañas.
"La sequía no ha terminado, tal vez la aparición de estos pastizales sea un respiro, pero no será suficiente, pues llega la época de frío y los agostaderos se quedan secos" reiteró Torres.
Al llegar al segundo estanque se observa que está ocupado por personal de la constructora que está trabajando en la ampliación de la carretera a Cuatro Ciénegas, esto a la altura del kilómetro 243.
En el lugar el estanque, que pudiera señalarse como el más grande con una profundidad de casi dos metros y 80 de diámetro, ha sido agotado por la empresa constructora, ya que el agua que se captó con las lluvias está siendo utilizada por los trabajadores dentro de la obra.
Se ven huellas de las pipas a las orillas del estanque, lo que indica que ha sido la constructora la mayor beneficiada con la captación de agua de lluvia del estanque, que está ubicado en el área más baja de Puerto de Ventanillas.
Es importante mencionar que también en dicho estanque fueron encontradas algunas huellas de vacas, por lo que se puede presumir que sí ha sido utilizada por algunos animales para combatir su sed, que es la verdadera razón por la que dichos estanques reciben su mantenimiento por parte de los ejidatarios.
LA MELANCOLÍA Al continuar el recorrido se hizo parada en dos estanques más, ubicados dentro del ejido Jococa, pero en dichas tierras la lluvia no ha aparecido y la vista es sólo llano amarillo con arbustos extremadamente cortos.
Al llegar al kilómetro 228 de la carretera, en donde se encuentran los cerros que dan nombre a Puerto de Ventanillas, la melancolía se hizo notar en los ganaderos y caprinocultores, ya que el lugar que hace 44 años les diera alojo ante un fenómeno natural, hoy está en completo abandon y es utilizado como traspatio de las constructoras que contrata la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para la reparación, ampliación y bacheo de la carretera. Ahí se puede encontrar grava y chapopote.
Una pequeña capilla, una pila y tres fincas en ruinas es lo que hoy existe en lo que fue el refugio para más de 15 mil sampetrinos.
"Muchos murieron y muchos nacieron en las carpas de circo Atayde y Unión que también tuvieron que refugiarse en este lugar y que por suerte sirvieron de clínicas", comentaron.
Lamentablemente, ni las autoridades municipales, ni mucho menos las estatales han puesto atención en este lugar desde hace más de 17 años, pues el 16 de septiembre de 1995 fue el día en que el entonces presidente municipal de San Pedro, Gabriel Sánchez Garza, instaló una placa en la que recordaban el éxodo de miles de paisanos, que no sólo emigraron a Puerto de Ventanillas sino a Acuña, Monterrey y Juárez, esto debido a que por dicho lugar pasaba el ferrocarril, conocido en aquellos tiempos como "El Rápido".
Actualmente, en Puerto de Ventanillas, la placa ha sido completamente destruida, e incluso la puede leer en partes, debido a que está sobre lo que sería el paseo de un jardín botánico, en una especie de rompecabezas, ya que la barda en la que fue instalada está completamente dañada.
Al ver la destrucción de un lugar que merece ser mencionado en la historia de San Pedro, los caprinocultores y ganaderos señalaron que no esperarían a obtener respuestas favorables de parte de las autoridades, pues si olvidaron un lugar como Puerto de Ventanillas, podrán olvidar a la sequía y continuar con la muerte de cientos de animales.
Al finalizar el recorrido, los integrantes de la Asociación Ganadera comentaron que sólo esperan que las lluvias continúen para que los pastizales y los estanques puedan captar un poco de agua, para que resistan el tiempo necesario para que los animales puedan comerlos y las heladas no les hagan tanto daño.
Insuficiente
No es suficiente, faltan precipitaciones.
⇒ Los tres niveles de Gobierno han señalado que la sequía comienza a ceder con las lluvias.
⇒ Ganaderos y Caprinocultores señalan que sólo se ha obtenido un poco de humedad, pero ésta no es suficiente para que el pasto tenga el crecimiento y se convierta en un buen alimento para los animales.
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