Y sin olvidar sus números fatales de accidentes, tristemente también para las tragedias hay temporadas; y diciembre es uno de los meses del año el que presenta un mayor índice de accidentes viales y de otro tipo, pero con mayor frecuencia son los viales, esto debido a que nos la pasamos de posada en posada, con los amigos, con los compañeros del trabajo y obviamente con la familia.
Y claro, como buena posada no puede faltar la cerveza, los buenos caballitos de tequila y para no perder la tradición el ponche con "piquete", aquí el problema no es de que si hay alcohol o no, el problema es que si lo hay no nos sabemos moderar en su consumo, existen varias campañas que se enfocan al consumo moderado y con responsabilidad del alcohol, sin dejar de lado el "si tomas, no manejes", "el alcohol y el volante no son una buena combinación"; los cuales nos pasan de largo y los omitimos.
Solo imagine lo siguiente. Música de fondo, la que más le guste escuchar en las convivencias, esa melodía con la que toda la familia se anima a cantar en el karaoke, imagine los olores que salen de las ollas, del horno, del asador, del anafre, el destapar de las latas y botellas de cerveza, el olor del atole, del chocolate caliente, imagine a sus hijos jugando y riéndose, disfrutando de un agradable rato abriendo regalos y verificando los juguetes de pila, imagine dándole a la piñata entre chicos y grandes, tomándose la foto del recuerdo de aquella navidad o año nuevo inolvidable.
¿Bonito verdad?. Ahora imagínese que usted no haya hecho conciencia de los cientos de mensajes que le lanzaron por radio, televisión, o que le entregaron por medio de volantes diciéndole que si toma no maneje, sus bonitos recuerdos sólo terminarán en tragedia. Sé que es duro lo que le digo, pero no veo otra forma de externar lo que leo o veo durante los festejos de Diciembre.
Pero, no sólo son los accidentes viales los que traen tragedias, pues la venta ilegal de juegos pirotécnicos provoca quemaduras en los niños, al igual que también son provocadas por descuidos de los padres en la cocina, las luces del pinito de navidad que tantos cortos circuitos ocasionan, las veladoras que dejan encendidas por las noches en el altar de la Virgen de Guadalupe, las balas perdidas (bueno, esas caen todo el año), y claro, los conflictos familiares que suelen surgir al calor de las copas.
Las recomendaciones que suelen darnos no se deben dejar pasar por alto, pues de esta manera se podrá evitar algún tipo de fatalidad en las próximas fechas, recuerde, más vale prevenir que lamentar. No se sume a lista de accidentes de este Guadalupe-Reyes que ya está en puerta, evite manejar ebrio o con sueño, si no lo hace por usted, mínimo hágalo por su familia.