A lo largo de su trayectoria el escritor argentino fue distinguido con diversos galardones, entre los que destacan; el Premio Miguel de Cervantes de Literatura (1984) y el “Gabriela Mistral”, otorgado por la Organización de Estados Americanos (OEA). ARCHIVO
Ernesto Sabato vino al mundo en Rojas, Buenos Aires, Argentina, el 24 de junio de 1911; cursó estudios superiores de Física en la Universidad de la Plata, Buenos Aires, señala la biografía del escritor y ensayista publicada en el portal en el Internet “budapest.cervantes.es”.
El joven físico, ejercicio su profesión en el Laboratorio Curie en Francia sobre radiaciones atómicas y de regreso a su país, impartió clases de Física en la Universidad Nacional de La Plata.
En 1945 publicó su primera obra "Uno y el Universo", colección de breves ensayos y ese mismo año abandonó su vocación científica, para dedicarse por completo a la literatura, aunque no fue un proceso sencillo.
En los siguientes años publicó sus ensayos "Hombres y engranajes" (1951) y "Heterodoxia" (1953), en los que presentó una crítica a profundidad sobre el futuro de la ciencia desde una óptica humanista, y publicó su primera novela: “El Túnel”, que fue traducida a diversos idiomas.
Años más tarde lanzó su novela “Sobre héroes y tumbas” (1961), que le valió fama internacional y a la que le siguió “Abaddón el exterminador” (1974), en la que presentó una visión apocalíptica de la realidad Argentina, la cual fue galardonada en Francia con el Premio al Mejor Libro Extranjero en 1974.
Como escritor, Sabato defendió los valores y derechos de la persona, mostró una postura contraria a la política dictatorial y autoritaria de algunos políticos argentinos y presidió, en 1984, la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (CONADEP), que redactó el "Informe Sabato", conocido en España como "Nunca más", sobre los desaparecidos argentinos entre 1976 y 1982.
A lo largo de su trayectoria el escritor argentino fue distinguido con diversos galardones, entre los que destacan; el Premio Miguel de Cervantes de Literatura (1984) y el “Gabriela Mistral”, otorgado por la Organización de Estados Americanos (OEA).
En sus últimos años, el escritor sufrió problemas de ceguera, que lo obligaron a abandonar casi por completo la escritura y la lectura, no obstante se dedicó a la pintura, hasta el día de su muerte, ocurrida el 30 de abril de 2011.
