Federico Luppi nació el 23 de febrero de 1936 en la localidad de Ramallo en Buenos Aires, en el seno de una modesta familia de origen italiano, estudió dibujo y escultura hasta descubrir, por azar, el mundo de la interpretación.
Completó la primaria en su ciudad natal y la secundaria en San Nicolas, donde hace apenas un mes fue homenajeado al rebautizar el Centro Cultural Villa Ramallo con su propio nombre y donde le notificaron que desde diciembre de 2008 es Ciudadano Ilustre de la Provincia de Buenos Aires.
A los 16 años se radica en La Plata para estudiar dibujo en Bellas Artes, orientación artística que comienza a cambiar por la actuación mientras cursaba y trabajaba como bancario.
Fue administrativo, corredor de seguros y empleado bancario. Inició su camino con trabajos teatrales, televisivos y cinematográficos. Hizo su debut en la gran pantalla con "Pajarito Gómez" en 1965.
Acostumbrado a interpretar papeles de carácter a ambos lados del Atlántico, aprovecha los descansos en el cine para actuar en el teatro bonaerense.
Exiliado voluntariamente de Argentina durante los 70 por motivos políticos, eligió a España como continuación de su carrera cinematográfica.
Con “El romance del Aniceto y la Francisca” (1967), de Leonardo Favio, Luppi recibió el premio al mejor actor de la Asociación de Cronistas Cinematográficos.
De ahí en adelante, las intervenciones cinematográficas del actor se caracterizaron por una notable fidelidad a los directores de sus películas. Así, actuó a las órdenes de Raúl de la Torre en “Crónica de una señora” (1971) y “La revolución” (1973).
Héctor Olivera fue su director en “Las venganzas de Beto Sánchez” (1973) y “La Patagonia rebelde” (1974).
Con Fernando Ayala rodó “Triángulo de cuatro” (1975), “Plata dulce” (1982), “El arreglo” (1983), “Pasajeros de una pesadilla” (1984), “Sobredosis” (1986) y “El año del conejo” (1987).
Una excelente creación, “Tiempo de revancha” (1981), de Adolfo Aristarain, favoreció a Federico Luppi con el premio al mejor actor de la Asociación de Cronistas Cinematográficos, el premio al mejor actor en el Festival Internacional de Chicago y un galardón equivalente en el Festival Internacional de Montreal.
Muy afín a los métodos creativos de Aristarain, el actor volvió a colaborar con éste en “Últimos días de la víctima” (1982) y, tiempo después, en las coproducciones hispanoargentinas “Un lugar en el mundo” (1992), “La ley de la frontera” (1995) y “Martín (Hache)” (1997).
Entre otros titulos destacados se encuentran “Lugares comunes” (2002), “Corazón de fuego” (2002) y “El Viento” (2005).
En el 2005 trabajó en su ópera prima como director "Pasos", cuyo guión fue escrito por su esposa, la española Susana Abascal.
La acción del filme se sitúa a principios de los años ochenta, poco tiempo antes del final de la transición política española, y narra los cambios producidos en la vida de tres matrimonios tras el frustrado golpe de Estado en el Congreso de los Diputados de Madrid el 23 de febrero de 1981.
En 2007, participó en la película “El último justo, donde da vida a un reportero que descubre que forma parte de un exclusivo grupo de personas que han sido marcados por Dios.
En 2008, formó parte del elenco de la cinta “Que parezca un accidente”, una comedia de cine negro, donde actúo al lado de Carmen Maura, José Luis García López y Adrián Navarro.
En 2009, intervinó en la cinta “Cuestión de principios”, junto a Norma Alejandro, Pablo Echeverri y Óscar Nuñez.
En 2010, Federico Luppi fue relacionado con el delito de violencia doméstica. Las declaraciones fueron reveladas por un periodista.
En 2011, fue citado por la justicia de Uruguay, por incumplimiento en la cuota alimentaria a su hijo Leonardo, de 11 años.
En 2012, participó en la series, “Pura química”, “Los sónicos”, “El pacto” y “Salvados”.