Nacido el 23 de noviembre de 1876, al compositor Manuel de Falla se le considera junto con Isaac Albéniz y Enrique Granados, parte de una triada de grandes músicos nacionalistas españoles.
De acuerdo con sus biógrafos, Manuel recibió educación musical desde niño, a cargo de su madre, la pianista María de Jesús, y de su abuelo, de quienes aprendió las primeras lecciones de solfeo.
En 1896 asistió al Real Conservatorio de Música y Declamación en Madrid. Fue en ese lugar donde se perfeccionó en piano con el compositor español José Tragó. Además de obtener el primer premio de piano de dicho centro, de Falla estrenó sus primeras obras "Romanza para violonchelo y piano" y "Nocturno para piano".
Sus años de estudio en la capital española dieron por terminados con la composición, en 1904, de la ópera "La vida breve", la cual mereció el premio otorgado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Tuvieron que pasar ocho años para que el músico diera a conocer su partitura.
El sitio “Biografíasyvidas.com” destaca que la siguiente fase de su formación tuvo lugar en Francia, donde el rey Alfonso XIII le otorgó una beca para que pudiera concluir las "Cuatro piezas españolas", melodías que se estrenaron en la Salle Érard interpretadas por Ricardo Viñes.
En 1914 compuso las "Siete canciones populares españolas". Tras el inicio de la Primera Guerra Mundial, de Falla regresó a su país natal para terminar la "Oración de las madres que tienen a sus hijos en brazos".
Manuel mantuvo contacto con los compositores franceses Claude Debussy, Maurice Ravel, Paul Dukas, su paisano Isaac Albéniz y el pintor Pablo Picasso, y se dice que todos ellos incidieron de alguna forma en el rumbo artístico del español.
Otras obras que lo mantienen vigentes son “El amor brujo”, una danza compuesta por tres motivos de carácter rítmico, casi obsesivos, acorde con la escena de conjuro y encantamiento que intenta evocar.
Además de “El sombrero de tres picos”, estrenado en Londres el 22 de julio de 1919 por los Ballets Rusos de Diaghilev, con coreografía de Leonid Massine y decorados y figurines de Pablo Picasso.
En 1925 fue nombrado académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de Granada. El 28 de septiembre de 1939, después de la Guerra Civil Española (1936-1939) y a las puertas de la Segunda Guerra Mundial, Manuel de Falla se exilió en Argentina. Fue nombrado Caballero, con el grado de Gran Cruz, de la Orden de Alfonso X el Sabio en 1940.
Manuel de Falla quien no era considerado un autor prolífico pero sí uno de los más importantes de todos los tiempos, por la perfección de sus obras, falleció el 14 de noviembre de 1946, tras sufrir un paro cardio-respiratorio. Sus restos fueron trasladados desde Buenos Aires hasta su tierra natal, Cádiz.
