"Lo que no podemos hacer
es cambiar para seguir
siendo iguales"
Anónimo
En el sector educativo, arribar a 2013 nos enfrenta a un panorama distinto, retador, incierto y sumamente esperanzador, sobre todo con respecto a la tan anhelada transformación del sistema educativo nacional, en donde la reforma educativa nos sitúa ante una estrategia inédita del gobierno federal: recuperar la rectoría del estado en materia educativa.
Es retadora la mencionada reforma, toda vez que ha logrado confrontar, tanto al SNTE de la profesora Gordillo como a la coordinadora (CNTE), al grado de generar sendas protestas en diferentes partes de México y un sinnúmero de amparos por todo el país, ante la inminente aprobación definitiva de la tan esperada reforma educativa. Cabe mencionar que está a punto de convertirse en reforma constitucional al aprobarse por al menos 19 congresos estatales; como podemos observar, lo que más incomoda a las organizaciones sindicales es la evaluación universal de los profesores, para fines de asignación, promoción y permanencia del personal docente en sus plazas, otrora intocables y vitalicias.
La reforma es incierta porque, si bien se ha estado aprobando en la mayoría de los congresos de los estados, no sabemos en realidad los alcances que pueda tener, ya que prácticamente acaba de nacer, falta ver que en la práctica se implemente hasta sus últimas consecuencias, además sabemos que como toda iniciativa habrá de pasar por momentos difíciles para su puesta en marcha, sobre todo por lo variados que son los contextos en los que se aplique.
Finalmente es esperanzadora por todo lo que implica su puesta en marcha, ya que solamente en relación al tiempo, la sociedad mexicana ha esperado durante un largo período, que algún mandatario federal tomara el "toro por los cuernos" en esta transformación y hemos tenido que esperar al menos 4 sexenios, para albergar alguna esperanza de lograr la tan anhelada calidad educativa.
Los retos que enfrentan los directivos, por ejemplo, no son menores ya que hablamos de cómo estos ilustres personajes, deberán responder ante los nuevos esquemas de supervisión escolar que los nuevos tiempos nos exigen, como son: un trabajo directivo más de gestión administrativa, académica, áulica, de vinculación, de desarrollo organizacional, etc. y que deje de hacerlo como una función tecno-burocrática rígida y estereotipada.
El ser humano, a diferencia de los demás seres vivos, es el único capaz de aprender, enseñar, pensar, organizarse, distribuir tareas y transformar la naturaleza y su entorno en su beneficio, aspectos llevan consigo la necesidad de una autoridad y un trabajo colectivo de planeación y ejecución, en todo aquello que genere bienestar para la población. En el sistema educativo actual, hablando de todos los niveles y modalidades, la organización, la división del trabajo y el ejercicio de la autoridad, determinan gran parte del éxito o fracaso de las escuelas.
Resulta interesante mencionar los indicadores propios de las escuelas con calidad educativa, que exigen a los directores y directivos que conozcan y apliquen la gestión, es decir los objetivos comunes, el trabajo en equipo, el liderazgo en la dirección, la estabilidad del profesorado, la planificación, coordinación, evaluación, la participación de los padres y el uso racional del tiempo. Además de los nuevos paradigmas requeridos en las organizaciones inteligentes: empowerment, innovación y creatividad, solución de problemas, manejo de conflictos, equipos de alto rendimiento, solo por mencionar algunos.
Para los profesores el reto es magnífico: comprometerse con el cambio cualitativo hacia el aprendizaje, dejando la preponderancia de la enseñanza tradicional, implicándose con su formación permanente (actualización, capacitación, superación, etc.,) además de lograr establecer una verdadera cultura de la evaluación dejando de calificar solamente, lo que les permitirá mejorar sus procesos formativos.
En el caso de los estudiantes la exigencia es mayor, al requerir que este año se involucren con todas sus capacidades en el logro de sus aprendizajes, es decir su atención, interés, motivación, voluntad, significancia y sentido de lo que aprenden, lo que les permitirá trascender en la búsqueda de su identidad, pertenencia y pertinencia escolar. Todo lo anterior conlleva la necesidad de que los estudiantes tomen un papel activo en su propia formación y dejen de ser entes pasivos que sólo reciben información y procedimientos, en una instrucción previa y rígidamente programada.
Respecto a los padres de familia los retos se vuelven cada vez más exigentes en la educación de sus hijos, ya que ahora es necesaria una mayor implicación e involucramiento en la vida académica de los alumnos, ya no es posible dejarle el "paquete" a la escuela, como si la escuela estuviera preparada para asumir un papel para el que no fue diseñada: la formación inicial, de valores familiares, de formación socio-afectiva, etc. Por lo que será necesario poner toda la disposición de los padres hacia las actividades sustantivas de los centros escolares para lograr verdaderos esquemas de participación social.
Finalmente nos corresponde a la sociedad en su conjunto, "cerrar el círculo" para lograr que todos estos retos se logren y podamos esperar un año 2013 lleno de sueños y proyectos cumplidos.
Agradezco sus comentarios a: rolexmix@hotmail.com