Internacional Jeffrey Epstein Chile Israel-Palestina Donald Trump Narcotráfico

A 50 años el sueño de Luther King sigue vivo

LA MARCHA DEL 28 DE AGOSTO DE 1963 NUNCA BUSCó SER UN HITO: HISTORIADORES

Discurso. Un grupo de personas escucha al mandatario estadounidense, Barack Obama.

Discurso. Un grupo de personas escucha al mandatario estadounidense, Barack Obama.

AGENCIAS

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pudo evitar evocar los logros y las luchas que aún se libran en el terreno de los derechos civiles,ayer al dirigirse a la multitud desde el monumento dedicado a Abraham Lincoln para recordar a Martin Luther King. En opinión de muchos, nació el mismo día en que el reverendo pronunció el histórico discurso "Yo tengo un sueño".

Para muchos, Obama es un heredero natural de la inacabada lucha por los derechos civiles, que esta semana formará parte central de su mensaje.

A 50 años de esa gesta, muchos se preguntan si acaso aquella Marcha en Washington por el Trabajo y la Libertad, que nació como un movimiento de protesta para demandar mejores salarios y oportunidades para la comunidad afroestadounidense, no ha sido revisada y utilizada con fines fácticos. Para algunos historiadores, la marcha del 28 de agosto de 1963 nunca buscó convertirse en el hito o en el acontecimiento providencial que muchos -entre ellos los herederos de Martin Luther King-, se han empeñado en presentar como un acto de fe que hoy sigue inspirando a millones dentro y fuera de Estados Unidos.

Sin embargo, cuando uno se asoma a los eventos detrás de esa marcha resulta difícil no llegar a la conclusión de que quienes fueron sus principales protagonistas jamás imaginaron que el futuro se encargaría de reescribir el guión, que hoy se ha convertido en la historia oficial de este acontecimiento que marcó un punto de inflexión en la lucha por los derechos civiles.

Quienes defienden esta postura consideran que la marcha fue un acto providencial en el que la figura de Luther King pasaría a ser considerado como una especie de Apóstol.

Para otros, sin embargo, la marcha del 28 de agosto de 1963 sólo puede considerarse como una entre muchas variables de la lucha por los derechos civiles, que incluyó actos de desobediencia civil como el de Rosa Parks, quien tuvo el valor de no ceder su asiento a un blanco en el transporte público, resistiéndose así a la segregación racial en el transporte público; los famosos freedoms rides (viajes de la libertad) que protagonizaron estudiantes para desafiar el sistema segregacionista del sur de Estados Unidos o los boicots de los jornaleros que lideró César Chávez contra los barones de la uva en California. En otras palabras, estaríamos ante un concepto de historia cíclica de avances y retrocesos, muy similar al que alguna vez imaginó el filósofo alemán Friedrich Nietzsche en su teoría del eterno retorno. Una propuesta que parece ajustarse más a la realidad de un país en donde, a pesar de tener a su primer presidente de raza negra, la discriminación racial no ha sido desterrada. O donde millones de inmigrantes indocumentados aún siguen viviendo en un ambiente de persecución, sin reconocimiento de sus derechos civiles y en algunos casos condiciones de semiesclavitud.

"Hoy mismo, si Martin Luther KIng estuviera vivo, a sus 84 años, aún estaría al frente de las marchas elevando su voz contra las injusticias que se siguen produciendo en este país", dijo Peter Dreier, académico y escritor .

Leer más de Internacional

Escrito en: MARTIN LUTHER KING

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Internacional

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Discurso. Un grupo de personas escucha al mandatario estadounidense, Barack Obama.

Clasificados

ID: 907561

elsiglo.mx