Foto: LA I
A casi tres años del desplome del puente-acueducto "San Fernando", el cual cobrara la vida de dos trabajadores, el caso sigue "atorado". Hasta el momento, la Vicefiscalía del Estado de Durango, no ha fincado responsabilidades.
Incidente sin resolver
Fue el 9 de junio del 2010 alrededor de las 5:15 de la tarde, cuando de manera intempestiva la obra se vino abajo y con ella dos trabajadores de la empresa IC Bajío, que se encargaba de su construcción.
Los cuerpos de Justo Alfredo Reséndiz y Manuel Villasana Chavarría fueron localizados días después.
La estructura registraba un 75 por ciento de avance en su primera etapa y una inversión cercana a los cuatro millones de pesos. Inmediatamente después del accidente, el Municipio, entonces encabezado por el ahora titular del SAPAL, Gerardo de la Torre, solicitó a la UJED y al Colegio de Ingenieros investigar la causa.
El dictamen determinó que la empresa que proyectó la obra, Construmap SA de CV, era deficiente.
Pero la empresa proyectista se defendió argumentando que el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (SAPAL) no respetó el proyecto original de la obra y que en conjunto con la empresa constructora hicieron modificaciones, las cuales pudieron haber provocado el accidente.
Las autoridades judiciales publicaron un edicto para localizar a los representantes legales de ambas empresas, a fin de dar continuidad al proceso, tras la denuncia que interpusiera el Ayuntamiento.
De IC Bajío fue imposible localizarlo, pues proporcionó una razón social inexistente, así como el domicilio, según informó el coordinador de la bancada panista en el Ayuntamiento de Lerdo, Rodolfo Torres, quien en conjunto con sus compañeros de partido exigió un informe en el 2012 sobre la investigación.
De acuerdo con el regidor, los dictámenes de la UJED y del Colegio de Ingenieros no son suficientes para fincar responsabilidades por parte de la Vicefiscalía, por lo que se anunció un nuevo peritaje por parte de ministerios públicos, el cual no se ha llevado a cabo.
"Han pasado casi tres años del incidente y creemos que las características del lugar podrían perderse. Podría realizarse un estudio de mecánica de suelos para determinar si era factible o no la obra", señaló el regidor.
Del puente-acueducto sólo quedó el "recuerdo". Pues la "megaobra" que anunciara el entonces alcalde lerdense Carlos Aguilera, fue reemplazada por una línea subterránea en el vado del Río Nazas por la actual administración muncipal.
